martes, 10 de febrero de 2015

Taneda Santoka

Taneda Santoka 
(1882 - 1940)

Mi cuenco de mendigar
ha aceptado
las hojas que le han caído.




Rodeado por arbustos de té
llevando una existencia
anónima.



El la más honda espesura
de la montaña
llegar a la desnudez.




Vendo mis harapos
y compro algo de sake
¿Habrá soledad todavía?



Hay un pájaro que ha venido
y que no canta.


Ante la muerte
el frescor del viento.


Otoño
la desgracia y nada más.
Yo continúo mi viaje.


Sobre la nieve cae la nieve.
Estoy en paz.

Cuando trabajo la tierra
a solas
surge una canción.



Está lloviznando.
No hay quien lea
la señal del camino.



Un manotazo a una mosca
otro a un mosquito
y otro a mí mismo.



Dientes de león cayendo
la muerte de mi madre
aquello en lo que pienso incesantemente.

La soledad y el sake
como fuente de inspiración y al mismo
tiempo de evasión.



Profundamente emocionado
por seguir vivo.
Es hora de remendar mi ropas.



El largo puente
que nunca volveré a cruzar.
Viento de eternidad.



Sin pensar en nada
rompiendo ramitas secas.


No tengo dinero, no tengo cosas,
no tengo dientes...
Estoy completamente solo.



Paso a paso, pareciéndome
en las manías a mi padre
que ya no está.



El diario que tiré al fuego.
¿Sólo estas cenizas?
Y después, ¿qué?



Dejando entrar la luna
en mi dormitorio
me voy a dormir.



Selección Pablo Albornoz

domingo, 1 de febrero de 2015

El amor y la felicidad según Pessoa

El amor y la felicidad según Pessoa

   Escribe Fernando que es feliz quién de la vida no exige más que lo que ella espontáneamente le brinda. Es feliz (por fin) quién abdica de todo, ya que quién abdica de todo nada le puede ser arrebatado o disminuido.
   La renuncia es la liberación.
   Reducir las necesidades al mínimo, afirma, para que en nada dependamos del otro.

   El amor quiere poseer, hacer suyo lo que tiene que permanecer afuera. El quiere que sepa que se ha vuelto suyo y no lo es.
   Amor es entregarse; y cuanto mayor es la entrega, mayor es el amor. La entrega total también entrega la conciencia al otro. El mayor amor es la muerte, o el olvido del otro.
   Amar es cansarse de estar solo, es una cobardía.
   Concluye Pessoa que importa soberanamente que no amemos.


Compilado de mi autoría.