lunes, 1 de agosto de 2016

Confesiones de invierno

Confesiones de invierno

   Con la gente siempre hay que fingir que tienes compromisos, busque una excusa para afeitarme y salí del pozo del silencio. Comienzo a peregrinar los bares ubicados cerca de la plaza José Ingenieros y con solitaria independencia  ingreso a un bar horrendo (por lo fuerte que ponen la música y los boludos que bailan).  Tiritando de frío encuentro a Rodolfo sentado solo en una mesa jugando con el hielo del whisky del vaso. Rodolfo es un hombre de invierno.  Nos reconocemos por facciones de la cara que no se borran,  los dos tenemos el cabello sin vida. Me dice:
   -Vení Eugenio -y agrega-, bebamos algo.
   -No soy bebedor, pero soy un buen fumador -digo.
   Suenan por los parlantes acordes de una canción del álbum Locura de Virus. Con la cabeza sigo el ritmo.
   -¿Qué querés tomar?
    -Una cerveza.
   Llama a la camarera y pide una. Esta vez me toca preguntar a mí.
   -¿Cómo andas con Susana?
   -Me separé -dijo claro y categórico Rodolfo.
   -A mí también me ha ido para la mierda con las minas. La última con la que estuve era tan frígida que no pude ni ponérsela en la mano -mientras vacío mi vaso con cerveza.
   Los dos coincidimos en el pasado, es algo que se ve en el rostro, y el presente es amargura. Muchas veces la culpa arremete por cosas no hechas por pusilánime. Es mejor estar arrepentido por las cosas que hiciste y no por las que no hiciste.
   -Recién uno de viejo aprende que con las mujeres  tenés que ser vos mismo y no actuar de manera falsa -digo mientras enciendo un pucho.
   -Yo también se que con las mujeres no hay que buscar su aprobación -rascándose el lóbulo de la oreja derecha, Rodolfo-. Hay que ser un macho; no hacer todo lo que las minas dicen..., lástima que siendo viejo no sirve de nada saber eso.
   El ciclo natural de la vida es nacer, crecer, reproducirse y morir. La Naturaleza no dijo, en cambio, que hay que estudiar o laburar.
 
   Lo anterior es un pretexto para  escribir varias lecciones que he aprendido  en este mundo, lo mejor es la sinceridad. La verdad es el mejor remedio y el tiempo pone todo en su lugar, hay que ser paciente y decir las cosas a su debido momento. Con las mujeres es fundamental la paciencia. Hay que tenerles mucha paciencia, ya que las mujeres necesitan mucho tiempo para enamorarse. Sí se intenta conquistar a una mujer hay que tratarla con confianza para construir un buen lazo. Es importante tener presente que a ellas no les interesan los hombres desesperados y con carencias afectivas. También hay que saber que lo fácil aburre, lo difícil atrae, lo complicado seduce y lo imposible obsesiona. Una mujer está menos interesada en un varón que le resulta fácil conseguirlo.
   Un gran error en muchos varones es intentar apurar los tiempos. Lo sembrado se debe recoger cuando el fruto se encuentra maduro. Hay acciones que hay que realizarlas a su debido momento, hay que hacer las cosas cuando se deben hacer, después es demasiado tarde. Por ejemplo, en una primera cita no hay que ser lento, hay que avanzar físicamente de manera gradual. Hay que ir de a poco. Si no hay un avance físico con la chica, la anticipación y excitación de ella van a desaparecer. Lo peor que puedes hacer es quedarte pasivo. También hay que tener en cuenta que todo momento (al comienzo de una relación) es propicio para darle un beso de verdad. Si esperas mucho "el momento especial" vas a pasar a la zona de amigos. No hay que perder tiempo en esto, cualquier lugar y cualquier espacio sirve para dar un primer beso. A veces al destino hay que provocarlo. A una mujer no hay que pedirle permiso para hacer algo. Hacelo. Sí a ella no le gusta algo te lo hará saber. Una chica que rechaza que le acaricies el cabello o le tomes la mano, es una chica que no está interesada. No conviene soñar con la mujer que no puedes abrazar.
   Todas las cosas tienen su tiempo, la que cuestan más trabajo son las que valen la pena y las que más se disfrutan cuando llegan.
   Otra cosa que quiero expresar es que no hay que demostrar celos; eso te hace sentir inferior. Si hay otros hay que decir por ejemplo: "Ese tiene una pata de palo" o "Ese va a hacerse una vasectomía".  Tienes que mantener un aire de seguridad y autosuficiencia, como si controlaras el mundo.
   Algo muy importante es la conexión emocional. Hay que crear un lazo emocional con la chica a conquistar, para ello hay que encontrar cuáles son sus deseos y motivaciones más profundas de sus sentimientos. Para averiguar sus intereses hay que preguntar sutilmente que quiere de la vida, si cree que lo ha visto todo, cuáles son sus sueños. Se puede preguntar por ejemplo ¿Cuál sería tu ideal si no tuvieras ninguna limitación de tiempo ni dinero?, otra buena pregunta en una primera cita es ¿Te has enamorado alguna vez?
   Por último deseo aclarar a aquél varón que tiene dudas acerca de una mina que te ha rechazo dos o tres veces a una cita es mejor no insistir porque corres peligro de ir a parar a la zona de amigos. En este caso el cortejo (con regalos) es como premiar con un dulce a un niño que ha tenido un mal comportamiento.
   Si ella no está interesada inventará excusas para terminar la conversación y alejarse. A una mujer que se aleja hay que dejarla ir y no hay que obstaculizarla. Cuando una mujer no quiere no hay nada que hacer. No hay que insistir en lo que no va porque obstaculizas tu nuevo camino.

nf