el dueño de las
moscas
Casi todos los deseos del pobre están
castigados con la cárcel. Ferdinand
Céline
carlos baez para escapar del sentimiento de aislación y amenaza del mundo, decide destruir. de tal manera, todo lo que para él constituye una amenaza lo destruye.
en la población
carcelaria de la unidad veintiocho de magdalena estaba alojado este personaje
singular llamado carlos baez.
de niño tenía un gran
dominio con las armas blancas, como todo correntino. el entorno social torna
violenta a una persona. desde muy joven se había adjudicado varias victorias en
las riñas entre tacos y ginebras de los bares.
lo que caracterizaba a
este protagonista consistía en que tanto con su mano diestra como con la mano
izquierda gozaba de gran habilidad usando la faca. por lo que disfrutaba de
gran prestigio entre los que se encontraban enrejados.
en las peleas que disputaba
no recibía más que rasguños, era invencible en el mano a mano.
cuentan que esta
pericia ambidiestra la había adquirido de niño en la escuela primaria, ya que él
escribía con la mano zurda y el maestro, como era costumbre en aquél tiempo, lo
obligaba a escribir con la mano derecha. esto había provocado que adiestrara
ambas manos en el uso de utensilios.
el pulgar de nuestras
manos (distanciados del resto de los dedos) es lo que nos diferencia de otros
mamíferos, esta excepcional aptitud produce que el hombre pueda utilizar
cómodamente herramientas. en el caso de una mutilación de un dedo en la mano
hay una gran diferencia entre perder un dedo pulgar y el resto (ya que los
demás dedos son indiferentes), esto lo saben muy bien los abogados especialistas
en demandas laborales. desafío a quien lea este relato a que se atreva
cepillarse los dientes o atarse los cordones sin usar el dedo pulgar, vera lo
inconveniente que resulta.
el director de la
institución carcelaria de magdalena era incapaz de robar, incapaz de coimear,
incapaz de manipular. era un incapaz.
el nuevo director del
penal estaba celoso del prestigio del campeón correntino, se encontraba muy
afectado por una de las muertes que había causado. baez, hace dos meses, había ultimado
con una certera puñalada en el cuello a sergio martinez, cuñado del ahora
administrador penitenciario.
para vengar la muerte
del cuñado pensaba en un plan. a dos jóvenes había propuesto asesinar a carlos
baez indefenso durante la noche. los dos recientemente habían ingresado y se
prendieron con la idea como dos garrapatas, a cambio les prometía su protección
“nadie se atrevería a tocarlos.”
hay oportunidades que son únicas y que no hay
que dejar pasar; también hay situaciones en las que nada se puede hacer y no se
pueden cambiar. ellos aceptaban el complot porque se sabe muy bien lo que se
realiza en una institución penal con los reclusos con cara bonita, se los llama
mononos entre los tumberos. pensaban que si cumplían con su parte serían
intocables.
el diablo siempre se
ríe con grandes carcajadas de nuestras aspiraciones.
llegaba la noche
acordada y los dos tiernos, en connivencia con los guardiacárceles, envueltos
con humo dulce entraron en la tumba de baez y lo asaltaron con más de veinte
puntazos.
a la mañana siguiente
todos los presidiarios se encontraban delante de sus tumbas esperando el
recuento para ingresar al patio.
los internos se
preguntaban qué sucedía con el correntino que no salía de su dormidera. Los dos
homicidas se encontraban como niños temerosos en una fuerte tormenta.
de repente todos
observaban, como en una película, que de la celda de baez alguien salía
corriendo con una sábana ensangrentada atada al cuerpo. ante los ojos
estupefactos de los espectadores degüella a los dos muchachos.
estos habían sido sus
dos últimos vencidos, ya que después caería abatido junto a sus victimarios.
nf