viernes, 1 de junio de 2018

el dueño de las moscas


el dueño de las moscas
 Casi todos los deseos del pobre están castigados con la cárcel. Ferdinand Céline

   carlos baez para escapar del sentimiento de aislación y amenaza del mundo, decide destruir. de tal manera, todo lo que para él constituye una amenaza lo destruye.
   en la población carcelaria de la unidad veintiocho de magdalena estaba alojado este personaje singular llamado carlos baez.
   de niño tenía un gran dominio con las armas blancas, como todo correntino. el entorno social torna violenta a una persona. desde muy joven se había adjudicado varias victorias en las riñas entre tacos y ginebras de los bares.
   lo que caracterizaba a este protagonista consistía en que tanto con su mano diestra como con la mano izquierda gozaba de gran habilidad usando la faca. por lo que disfrutaba de gran prestigio entre los que se encontraban enrejados.
   en las peleas que disputaba no recibía más que rasguños, era invencible en el mano a mano.
   cuentan que esta pericia ambidiestra la había adquirido de niño en la escuela primaria, ya que él escribía con la mano zurda y el maestro, como era costumbre en aquél tiempo, lo obligaba a escribir con la mano derecha. esto había provocado que adiestrara ambas manos en el uso de utensilios.
   el pulgar de nuestras manos (distanciados del resto de los dedos) es lo que nos diferencia de otros mamíferos, esta excepcional aptitud produce que el hombre pueda utilizar cómodamente herramientas. en el caso de una mutilación de un dedo en la mano hay una gran diferencia entre perder un dedo pulgar y el resto (ya que los demás dedos son indiferentes), esto lo saben muy bien los abogados especialistas en demandas laborales. desafío a quien lea este relato a que se atreva cepillarse los dientes o atarse los cordones sin usar el dedo pulgar, vera lo inconveniente que resulta.
   el director de la institución carcelaria de magdalena era incapaz de robar, incapaz de coimear, incapaz de manipular. era un incapaz.
   el nuevo director del penal estaba celoso del prestigio del campeón correntino, se encontraba muy afectado por una de las muertes que había causado. baez, hace dos meses, había ultimado con una certera puñalada en el cuello a sergio martinez, cuñado del ahora administrador penitenciario.
    para vengar la muerte del cuñado pensaba en un plan. a dos jóvenes había propuesto asesinar a carlos baez indefenso durante la noche. los dos recientemente habían ingresado y se prendieron con la idea como dos garrapatas, a cambio les prometía su protección “nadie se atrevería a tocarlos.”
    hay oportunidades que son únicas y que no hay que dejar pasar; también hay situaciones en las que nada se puede hacer y no se pueden cambiar. ellos aceptaban el complot porque se sabe muy bien lo que se realiza en una institución penal con los reclusos con cara bonita, se los llama mononos entre los tumberos. pensaban que si cumplían con su parte serían intocables.

   el diablo siempre se ríe con grandes carcajadas de nuestras aspiraciones.

   llegaba la noche acordada y los dos tiernos, en connivencia con los guardiacárceles, envueltos con humo dulce entraron en la tumba de baez y lo asaltaron con más de veinte puntazos.
   a la mañana siguiente todos los presidiarios se encontraban delante de sus tumbas esperando el recuento para ingresar al patio.
   los internos se preguntaban qué sucedía con el correntino que no salía de su dormidera. Los dos homicidas se encontraban como niños temerosos en una fuerte tormenta.
   de repente todos observaban, como en una película, que de la celda de baez alguien salía corriendo con una sábana ensangrentada atada al cuerpo. ante los ojos estupefactos de los espectadores degüella a los dos muchachos.
   estos habían sido sus dos últimos vencidos, ya que después caería abatido junto a sus victimarios.

nf