sábado, 1 de junio de 2019

Aversión a la pérdida


Aversión a la pérdida
Esta nota está dedicada a mi querida madre, fue la persona más importante que conocí. Mi mamá es lo que más amaba en este mundo. Con su ejemplo y con sus palabras me enseño que lo más importante en la vida es la humildad. Así sea.

     El miedo a la pérdida nos hace disminuir nuestros valores y nos genera un mal comportamiento. Aferrarse a una persona o un objeto produce un efecto muy negativo.
    Cuando perdemos algo sentimos un sufrimiento mayor al placer que nos generaba al principio. Es lo que acontece cuando perdemos a un ser querido, un amigo, una mujer, un viaje.
    Esta aversión a la pérdida crea la idea que nos esforcemos más por mantener algo, sin importar el placer real que produce. Incluso nos convierte en egoístas. Por tanto, es aconsejable evitar la obsesión por poseer. De tal manera se evita el estrés y la angustia que causa la pérdida. También es conveniente distraerse dedicando tiempo a otras relaciones o experiencias, o simplemente dedicarle más tiempo a hacer las cosas que te gustan mucho.
    Valoramos más el placer que nos puede generar algo que aún no tenemos que el hecho de tenerlo realmente. Suele pasar que deseas mucho un objeto, lo adquieres, y en el transcurso de un mes lo valoras mucho menos, no lo valoras más, o incluso te arrepientes de haberlo comprado.
    La pérdida de un objeto o persona nos genera un sufrimiento tres veces mayor a la felicidad que nos producía.
    Una posible solución a los problemas es desenfocarse, salir de poner toda la atención en el foco negativo y poner el énfasis en las cosas positivas que tienes en el presente. Si son varios los problemas, lo que puedes hacer es establecer prioridades pequeñas y alcanzables que puedas resolver, eso aumentara tu confianza.
    Enojarse con un problema no es una solución, lo mejor es soltar y aceptar que hay cosas que no se pueden cambiar. No sirve estar enojado.

nf