lunes, 1 de febrero de 2016

A cada paso una mentira

 A cada paso una mentira

"Si respetas a tu novia nunca tendrás un hijo."
Alejandro Jodorowsky

 -¡Hola! ¿Está Lucía?
  -¿Quién sos vos?
  -Soy Javier el del banco... pasame con tu mamá.
  -¿Que necesita señor?
  -... Es sobre unos papeles.
  -Okay... ahora te paso.
   Javier es cajero de una sucursal del banco provincia; ingreso como cadete con el título de perito mercantil. Conoció a Lucía en un baile y se la levanto relatando que su novia falleció. Cada paso es una mentira en la vida de Javier. El primer farabute es lo de una novia que murió y el segundo lo de "levantar". Un perseguidor de mujeres es como una mosca verde en verano.
  
   Cuanto más quieras saber de dónde vienen las cosas, más mentiras encontrarás. Es totalmente falso que un varón levante a una mina, tal vez, algunas mujeres nos engañan haciéndonos creer que es así. Pero en la  mayoría de los casos que resultan son las mujeres las que buscan a los hombres. El poder de lo femenino reside en lo pasivo; aunque una chica enamorada, muchas veces, persigue a un chico difícil (aunque no lo admita). La mujer se deja seducir por aquél que cree inconquistable por ello el varón, que intenta atraer, debe efectuar un tirar y aflojar. En otras palabras, un error muy común es el de actuar "necesitado" de afecto amoroso.  Gran error, un individuo así no es atractivo. Un hombre sin misterio no atrae a ninguna hembra.
   Al comienzo de la relación un buen consejo es no ser frecuente para brindar misterio y dejar que ella extrañe, lo contrario, el acoso es una fórmula para el desastre. Al principio de la relación debe haber indiferencia (pero haciéndose notar la existencia porque nadie desea lo que no ve). La pasión amorosa debe ser una necesidad que falta; no se desea lo que ya se tiene. A ellas les encanta que hayan dudas acerca de qué tipo de relación hay, sí la quieres conquistar no hay que darles certezas (darle hilo a su imaginación). Lo que enamora es la incertidumbre. La regla fundamental en estos casos es romper el ritmo: Un día darle cuerda y al otro día ser indiferente (hay que ser impredecible de tal manera se confunde al contrincante).  En este mundo no ocurre como en las novelas (o películas), digo, a las chicas les gustan los bandidos (o villanos) NO los "héroes que se comportan correctamente".  Esa es la diferencia entre recibir un beso en la mejilla o un beso apasionado en la boca.
   Muchas veces hay que cambiar la estrategia pero no el fin.
   Un verdadero seductor no se apresura en aceptar una invitación e invierte el rol de la conquista, es decir, es la mujer la que debe conquistar. Debes ser un desafío para ella. Las mujeres necesitan dificultades; lo que más atrae es el miedo a perder.
   Los chicos solitarios no hablan mucho, por tal motivo a las chicas les interesan más los chicos conversadores. Hablar mucho con el sexo opuesto es muy importante. Obviamente el varón debe serle atractivo a la hembra.
   Por último diré que la mujer tiene que reír mucho para ser conquistada; a ellas les seduce un hombre con sentido del humor.
  "Sí puedes ganar la batalla, lucha; si no, retírate", decía Mao Tse Tung. Si nada de lo dicho trasciende es mejor abandonar el barco a tiempo y abordar otra empresa.


nf