domingo, 14 de diciembre de 2014

Sobre lo diabólico y el anticristo

Sobre lo diabólico y el anticristo

   "No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él, porque nada de lo que hay en el mundo -los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida- proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre."
   San Juan Apóstol

   Dios no condena el uso de las cosas del mundo, sino su abuso. Las cosas fueron hechas para ser usadas, no para hacer un uso abusivo de ellas.
   Una persona puede identificarse con una determinada religión, pero si ama las cosas del mundo tiene personalidad satánica. Lo diabólico consiste en amar más las cosas terrenales que a las espirituales.
   Los hombres que obedecen los deseos de la carne y los deseos del mundo se alejan del Reino de los Cielos.
    Los que andan según sus malos deseos causan divisiones y no tienen al Espíritu.
   El deseo es esclavitud. Las pasiones llevan al sufrimiento y a la condena.
   En la Sagrada Escritura Jesús ha enseñado que no son necesarios los sacrificios, y que no son trascendentales las formas exteriores del culto. Lo verdadero es lo que anida en el interior de cada uno y su intención que fluye a través del pensamiento.


   "Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios, y este es el espíritu del anticristo."
   "Ellos son del mundo y por eso hablan cosas del mundo y el mundo los oye."
   El anticristo no es uno solo, han surgido muchos anticristos a lo largo de la historia. Anticristo es todo aquél que niega que Jesús es el Cristo, el Hijo del Padre.


El paráclito

lunes, 1 de diciembre de 2014

Un teólogo de la muerte - Emanuel Swedenborg

Un teólogo de la muerte

   Los ángeles me comunicaron que cuando falleció Melanchton, le fue suministrada en el otro mundo una casa ilusoriamente igual a la que había tenido en la tierra. (A casi todos los recién venidos a la eternidad les sucede lo mismo y por eso creen que no han muerto.) Los objetos domésticos eran iguales: la mesa, el escritorio con sus cajones, la biblioteca. En cuanto Melanchton se despertó en ese domicilio, reanudó sus tareas literarias como si no fuera un cadáver y escribió durante unos días sobre la justificación por la fe. Como era su costumbre, no dijo una palabra sobre la caridad. Los ángeles notaron esa omisión y mandaron personas a interrogarlo. Melanchton les dijo: "He demostrado irrefutablemente que el alma puede prescindir de la caridad y que para ingresar en el cielo basta la fe." Esas cosas les decía con soberbia y no sabía que ya estaba muerto y que su lugar no era el cielo. Cuando los ángeles oyeron ese discurso lo abandonaron.
   A las pocas semanas, los muebles empezaron a afantasmarse  hasta ser invisibles, salvo el sillón, la mesa, las hojas de papel y el tintero. Además, las paredes del aposento se mancharon de cal y el piso de un barniz amarillo. Su misma ropa ya era mucho más ordinaria. Seguía, sin embargo, escribiendo; pero como persistía en la negación de la caridad, lo trasladaron a un taller subterráneo, donde había otros teólogos como él. Ahí estuvo unos días encarcelado y empezó a dudar de su tesis y le permitieron volver. Su ropa era de cuero sin curtir, pero trato de imaginarse que lo anterior había sido una mera alucinación y continuó elevando la fe y denigrando la caridad. Un atardecer sintió frío. Entonces recorrió la casa y comprobó que los demás aposentos ya no correspondían a los de su habitación en la tierra. Alguno estaba repleto de instrumentos desconocidos; otro se había achicado tanto que era imposible entrar; otro no había cambiado, pero sus ventanas y puertas daban a grandes médanos. La pieza del fondo estaba llena de personas que lo adoraban y que le repetían que ningún teólogo era tan sapiente como él. Esa adoración le agradó, pero como algunas de esas personas no tenían cara y otros parecían muertos, acabó por aborrecerlos y desconfiar. Entonces determinó escribir un elogio de la caridad, pero las páginas escritas hoy aparecían y mañana borradas.  Eso le aconteció porque las componía sin convicción.
   Recibía muchas visitas de gente recién muerta, pero sentía vergüenza de mostrarse en un alojamiento tan sórdido. Para hacerles creer que estaba en el cielo, se arregló con un brujo de los de la pieza del fondo, y éste les engañaba con simulacros de esplendor y serenidad. Apenas las visitaban se retiraban, reaparecían la pobreza y la cal, y a veces un poco antes.
   Las últimas noticias de Melanchton dicen que el mago y uno de los hombres sin cara lo llevaron hacia los médanos y ahora es como un sirviente de los demonios.


Emanuel Swedenborg

del libro "El cielo y sus maravillas y el infierno" (Arcana Coelestia).

martes, 2 de septiembre de 2014

Bajo una cruz

   Bajo una cruz
   
    Por algún motivo desconocido hay hombres que tienen como destino el fracaso. Se hunden en todo lo que emprenden, todos los caminos se le cierran y late el fracaso en cada instante. Un proverbio hindú enseña "No hay árbol que el viento no haya sacudido."
     Las paredes de la casa se encuentran descascaradas y el barrio apenas ha cambiado. Armado López tiene el rostro severo pero es amable.

    9 de julio
    -¿Quién es?
    -Soy Gustavo boludo. -Quién va ser. ¡Abrime!
    Armado quita el cerrojo y abre la puerta rascándose un sobaco.
    -¿Que andas haciendo?
    -Aprovecho el feriado para dar un giro -acomoda una silla-. Che viste que la gente este mes anda más loca que lo habitual.
    -Es la humedad -añade Armado-, la humedad te deja loco.
    -Sí y el mes que viene van a romper las pelotas los vientos y el perfume de la tormenta. Tomamos unos verdes.
    El dueño regresa con una pava y un mate.
    -¿Te enteraste lo que paso? -Armado se sienta abriendo las piernas.
    -La dejaste a Alejandra.
    -En realidad siempre es la mujer la que te abandona -ceba un mate a Gustavo.
    -Cuando me siento mal acomodo la silla de nuevo. Nadie pierde a nadie porque nadie es dueño de nada.
    -Las mujeres no saben lo que quieren.
    - Con la mujer hay que ser como el artista que domina un escenario ¿Que sucedió con Alejandra?
    -Lo de siempre. La primera vez me manifiesto que lo disfruto porque fue, "como volver a desvirgar". Pero después se quejaba que le dolía.
    -A veces hay que cerrar ciclos no por orgullo ni por soberbia, sino simplemente porque aquello ya no encaja en tu vida. No hay que insistir ciegamente. A mí me pasó con una mina , me la garche un par de veces,  que decía que no gozaba con su marido porque la tenía muy grande.
    -A veces es una cruz ser beneficiado con una tercera pierna.
    -Entiendo es cruel -rascándose la barba-, yo también poseo una contrariedad (...) es difícil ser tan inteligente. Te hace sufrir mucho.
    -Alejandra repetía todas las noches que no pensaba que la vida fuera tan dura y la castigara tanto.
    -Freud explica que el niño de tres años que, en medio de la noche, sorprende viendo al padre arriba de la madre desarrolla inconscientemente la idea que el papá castiga a la mamá -comenta Gustavo.
    -No sé porque recuerdo ahora que mi padre consideraba que era algo estúpido gastar mi dinero en discos compactos, pero a mí siempre me interesó la música.
    -Mi padre me apuntaba que era una pérdida de tiempo leer libros que "Algún día debes decidir entre la verdad y la ficción". El hombre reflexivo se coloca apartado de la realidad pero sin negar el mundo en el que estamos; la literatura es ficción y es una manera de liberarte de esta vida y este mundo.
    -Tengo miedo que una mañana cuando me despierte "mi amigo" no esté levantado -expresa Armado frunciendo el ceño.
    -Si llega a ocurrir eso; a partir de ese día veras crecer las flores desde abajo.
nf

   

    

lunes, 1 de septiembre de 2014

Y viste como es esto

    Y viste como es esto
   
     En el bar Solos y de Noche en Rosario dos galanes se reúnen un jueves. Entre vasos vacíos mantienen la siguiente charla que percibo y rescato para la humanidad. 
      -A mí me paso en la secundaria que cuando andaba de novio con Cecilia (la clásica narigona y petisa con buen culo) muchas chicas me miraban y se acercaban. - Pero después ,cuando no estaba con ella, ninguna me daba pelota.
    -Te voy a contar una parábola. En el gallinero las gallinas escarban la tierra en busca de un gusano, hay uno que se encuentra inmóvil con la apariencia de hallarse muerto y ninguna le da cabida. Pero basta que una gallina se interese en esa lombriz, para que las demás acudan y a picotazos lo disputan.
      -Siguiendo el hilo de tu enseñanza te digo que las gallinas son porfiadas como cuando comen tripa.
      -Lo que quiero expresar es que cuando era adolescente vivía muy errado cuando me mostraba solo haciéndome el gato. Y viste como es esto; había minas que no eran bonitas y gustaban de mí y yo haciéndome el lindo no les daba bola -y agrega-  ahora que lo pienso era muy pajero porque me decía "No me voy a quemar con ésta mina".  -Lo cierto es que a todas esas pendejitas que estaban calientes las tenía que haber pasado por las armas. (Además hubiera atraído la atención a otras).
      -Al mismo tiempo por lo general esas minas son muy agradecidas. -Hasta inclusive tendríamos que haber andado de novio tomándolas de las manos sin avergonzarnos. Éramos tan pajeros que pensábamos que era una viveza mostrarnos solos.
     -Hay mujeres que miran la nariz de los varones para saber el tamaño de su pene, así como nosotros miramos el tamaño de los labios.
    -Se dice también que el auto es el tercer huevo del hombre.
    - Y otros dicen que el que tiene un auto grande es porque tiene un pito chico.
   - ¿Te acordas de Tony, mi vecino?
   - Sí con el que a veces jugábamos al futbol (... ) recuerdo que siempre tenía puesta una remera con la H del logo de Hermética.
   - Ese chabón vivía todavía con los padres. Se había contactado con una dominicana por internet con la que chateaba todo el día. Me había mostrado un par de fotos y era una negra hermosa con largas piernas y un buen culo puesto en su lugar. Era de esas minas que tienen únicamente blanca la planta de los pies.
    -¿Y qué paso?
    -Un día enloqueció. Vendió el auto, creo tenía una moto también, en resumen vendió todo lo que poseía y se largo a República Dominicana únicamente con lo puesto y el pasaje de ida.
   - ¿Y cómo le fue?
    -Tuvo un culo tremendo, consiguió laburo y ahora tiene una hija con la  mina.
   - Igual siempre hay que pensar que hubo uno que se habrá cansado de cojerla.
     - Y sabes que pasa, por más que estés con un hembrón, cansa la misma carne.

nf

miércoles, 13 de agosto de 2014

El hache

El hache
    
   
    Mientras pasaban los abriles en la tumba los ojos del hache clamaban venganza.  En la oscuridad ideaba en su calabaza un plan simple y sencillo para vengar el descanso de Gustavo Zeta.
     El rancho de celda del hache era un ricotero que se la pasaba con la mosca y la sopa y siempre le repetía al hache "Nadie va a escuchar tu remera de Hermética". El hache manoteaba el pasacasete y exclamaba, "ya estoy harto del Indio ahora me toca a mí". Colocaba el casete de Victimas del Vaciamiento que recién le alcanzaba su hermano en la visita. Había una canción que gritaba: "Me jugué por una amigo que al final me abrió una herida... Cosas malas tiene la vida pero ninguna peor que la traición..." Rodaba la cinta cantando "Confié y me cagaron por amistad pero aun sigo, saber es bueno para empezar a hacerse vivo." Mientras escuchaba inmediatamente aparecía la imagen agachada de Gustavo Zeta acostado sobre el vento de la astiya del H.
    Una noche de otoño, a las doce, lo soltaban bajo el régimen de libertad condicional. Aquí percibía la chance de calmar su hemorragia. A la mañana siguiente, mientras se ahogaban las hojas, emprendía la marcha rumbo al quiosco situado a media cuadra de Zeta. Maniataba y ataba al quiosquero encerrándolo en el baño. Tomaba su lugar y despachaba a la clientela mientras esperaba como espera la araña que se enganche la presa.
    A las dos de la tarde se arrimaba Gustavo Zeta a la ventanilla y pedía un phillips morris. El hache extraía el fierro del bolsillo interno de la campera y rebatía "Aquí tenés tu corchito". Un confite se abría paso en la frente y emergía expulsado por la nuca. El hache surgía de su fachada y vaciaba todo el cargador de la empavonada sobre el fiambre de Gustavo Zeta.
    El barrio sacudía y se encontraba atestado de azules.  El quiosquero liberado insistía todo el tiempo "No a mi no me hizo nada y no se robo la guita...  Todo está en su lugar."


NF

miércoles, 6 de agosto de 2014

Extraño perro

Extraño perro

   Habían viajado por placer a Río de Janeiro del verde Brasil.
   Un día antes de emprender el regreso, recorrían un feria en una plaza en las afueras de la ciudad. Acaecía un puesto donde vendían una extraña mascota a un precio irrisorio, los niños estaban fascinados con el animalito y, con insistencia, lograban persuadir a sus progenitores que lo adquiriera.
   El mercader decía que era una raza de perro cruza de chihuahua con pequinés. Era chico de tamaño y poseía un prominente hocico.
   La nueva mascota se adaptaba sin ninguna complicación al nuevo hogar. Lo que verdaderamente llamaba la atención era el voraz apetito que tenía. Al principio consumía el típico alimento balanceado, sin embargo, no saciado seguía comiendo todo alimento que encontraba. La gula era incontrolable.
   Un día por la mañana el jefe de la familia al levantarse para desayunar encontraba una muy desagradable sorpresa. El felino, compañero de mascota del perrito, se hallaba muerto quedando únicamente la cabeza.
   Inmediatamente acudieron a un veterinario para consultar sobre lo que sucedía. Ellos contaban lo referido y sospechaban que la nueva mascota tenía rabia.
   El experto les pidió que les trajeran al canino para examinarlo. El profesional, luego de haberlo observado con atención, sentenciaba sin vacilación: "No me cabe la menor duda que tienen que sacrificar este animal, ya que no es un perro sino que es una subespecie de rata selvática."

NF

lunes, 9 de junio de 2014

Encarnación de los espíritus

ENCARNACIÓN DE LOS ESPÍRITUS
I.- Finalidad de la encarnación
132. ¿Qué objeto tiene la encarnación de los Espíritus?

- Dios se la impone con el propósito de hacerlos alcanzar la perfección. Para unos constituye una expiación; para otros, una misión. Pero, para llegar a esa perfección deben sufrir todas las vicisitudes de la existencia corporal: en ello reside la expiación. La encarnación tiene asimismo otra finalidad, consiste en poner al Espíritu en condiciones de afrontar la parte que le cabe en la obra de la Creación. Para cumplirla, toma en cada mundo un instrumento de acuerdo con la materia esencial de ese globo a fin de ejecutar, desde ese punto de vista, las órdenes de Dios. De modo que, cooperando a la obra general, progrese él mismo.
La acción de los seres corpóreos es necesaria a la marcha del Universo. Pero con su sabiduría quiso Dios que en esa acción misma aquéllos encontraban un medio de progresar y acercarse a Él. Así, por una ley admirable de su providencia, todo se eslabona, todo es solidario en la Naturaleza.
133. Los Espíritus que desde el comienzo siguieron el camino del bien ¿tienen necesidad de la encarnación?

- Todos ellos son creados simples e ignorantes, y se instruyen en las luchas y tribulaciones de la vida corporal. Siendo justo, no podía Dios hacer dichosos a algunos sin penas ni trabajos y, por tanto, sin mérito.
133 a. Pero entonces ¿de qué vale a esos Espíritus haber seguido la senda del bien, si ello no les exime de las penas de la existencia corporal?
- Llegan más pronto a la meta. Además, los pesares de la vida son muchas veces la consecuencia de la imperfección del Espíritu. Cuanto menos imperfecciones tenga, tanto menores serán los tormentos que padezca. Aquel que no es envidioso ni celoso, avaro ni ambicioso, no sufrirá los suplicios que de esos defectos nacen.
II.- Del alma
134. ¿Qué es el alma?

- Un Espíritu encarnado.
134 a. ¿Qué era el alma antes de unirse al cuerpo?
- Espíritu.
134 b. En consecuencia, ¿las almas y los Espíritus son la misma cosa?
- En efecto, las almas no son sino los Espíritus. Antes de unirse al cuerpo, el alma es uno de los Seres inteligentes que pueblan el Mundo Invisible y que se revisten temporariamente de una envoltura carnal, para purificarse y esclarecerse.
135. ¿Hay en el hombre otra cosa fuera del alma y el cuerpo?

- Existe el vínculo o lazo que une el alma con el cuerpo.
135 a. ¿Cuál es la naturaleza de ese vínculo?
- Semimaterial, esto es, intermedia entre la naturaleza del Espíritu y el cuerpo. Y ello es necesario para que ambos puedan comunicarse el uno con el otro. Mediante ese lazo obra el Espíritu sobre la materia, y viceversa.
Así pues, el hombre está formado por tres partes esenciales, a saber:
Primera: El cuerpo, o ser material, análogo al de los animales y animado por el mismo principio vital.
Segunda: El alma, Espíritu encarnado cuya habitación es el cuerpo.
Tercera: El principio intermediario, o periespíritu, sustancia semimaterial que sirve de primera envoltura al Espíritu y une el alma con el cuerpo. Tales son, en un fruto, el germen, el periespermo y la corteza.
136. ¿Es independiente el alma del principio vital?

- El cuerpo no es sino la envoltura, sin cesar lo estamos repitiendo.
136 a. ¿Puede el cuerpo existir sin el alma?
- Si, y sin embargo, tan pronto el cuerpo cesa de vivir, el alma lo deja. Antes del nacimiento no hay todavía una unión definitiva entre el alma y el cuerpo. Luego que esta unión se ha establecido, la muerte del cuerpo rompe los lazos que lo unen al alma y ésta abandona a aquél. La vida orgánica puede animar un cuerpo sin alma, pero esta última no puede habitar un cuerpo privado de vida orgánica.
136 b. ¿Qué sería nuestro cuerpo si no existiera el alma?
- Una masa de carne sin inteligencia, todo lo que queráis, excepto un ser humano.
137. Un mismo Espíritu ¿puede encarnar en dos cuerpos diferentes a la vez?

- No: el Espíritu es indivisible y no puede animar simultáneamente a dos seres distintos. (Véase, en El libro de los Médiums, el Capítulo “Bicorporeidad y transfiguración”).
138. ¿Qué pensar de la opinión de aquellos que consideran al alma como el principio de la vida material?

- Es una cuestión de palabras, que no nos interesa. Comenzad por entenderos vosotros mismos.
139. Ciertos Espíritus, y con anterioridad a ellos algunos filósofos, definieron el alma como “una chispa anímica emanada del Gran Todo”. ¿A qué se debe esta contradicción?

- No hay tal contradicción. Depende del significado de las palabras. ¿Por qué no tenéis un vocablo para cada cosa?
El término “alma” se emplea para expresar cosas muy diferentes. Unos llaman así al principio de la vida, y en esta significación es exacto decir en sentido figurado, que el alma es una chispa anímica emanada del Gran Todo. Estas últimas palabras describen la fuente universal del principio vital, del que cada Ser absorbe una porción y que retorna a la masa después de la muerte. Tal idea no excluye en modo alguno la de un Ser moral distinto, independiente de la materia y que conserva su individualidad. A ese Ser se le denomina igualmente alma, y en esta acepción se puede decir que el alma es un Espíritu encarnado. Al ofrecer diversas definiciones del alma, los Espíritus han hablado conforme a la aplicación que daban a la palabra y según las ideas terrenas de que estaban todavía más o menos imbuidos. Esto proviene de a insuficiencia del lenguaje humano, que no posee un vocablo para expresar cada idea, de ahí el origen de una multitud de errores y de discusiones. He aquí por qué los Espíritus superiores nos recomiendan que nos entendamos primero acerca del significado de las palabras. 37
140. ¿Qué pensar de la teoría que considera al alma subdividida en tantas partes como músculos hay, y presidiendo así cada una de las funciones corporales?

- Ello depende una vez más del sentido que se dé al término alma. Si se entiende por ello al fluido vital, entonces se tiene razón, pero si se entiende por alma al Espíritu encarnado, se está en un error. Ya lo hemos dicho: el Espíritu es indivisible: transmite a los órganos el movimiento sirviéndose para ello del fluido intermediario, sin que por esto se divida.
140 a. Con todo, hay Espíritus que han ofrecido esa definición…
- Los Espíritus ignorantes pueden tomar el efecto por la causa.
El alma obra por intermedio de los órganos y éstos se hallan animados por el fluido vital, que se reparte entre ellos, y con mayor abundancia en aquellos que constituyen los centros o focos del movimiento. Pero esta explicación no conviene al alma, si se la conceptúa como el Espíritu que habita el cuerpo durante la vida y lo deja al sobrevenir la muerte.
141. ¿Hay algo de verdad en la opinión de quienes piensan que el alma es exterior y circunda al cuerpo?

- El alma no se encuentra encerrada en el cuerpo, como el pájaro en la jaula. Ella irradia y se manifiesta fuera de aquél, al modo de la luz a través de un globo de vidrio, o como el sonido en torno de un centro sonoro. Así pues, se puede decir que el alma es externa, pero no por ello será la envoltura del cuerpo. El alma posee dos envolturas: la primera sutil y leve, que tú llamas periespíritu. La otra grosera, material y pesada, que es el cuerpo. El alma constituye el centro de las dos envolturas, así como la pepita o almendra en el carozo, según ya manifestamos.
142. ¿Qué decir de esa otra teoría según la cual el alma, en el niño, se completa en cada período de la vida?

- El Espíritu es sólo uno. Está entero en el niño así como en el adulto. Los que se desarrollan y se completan son los órganos, o instrumentos de las manifestaciones del alma. Una vez más se confunde el efecto con la causa.
143. ¿Por qué todos los Espíritus no definen al alma de la misma manera?

- Los Espíritus no están todos igualmente ilustrados acerca de estas materias. Los hay todavía limitados, que no comprenden las cosas abstractas. Sucede lo mismo con los niños, entre vosotros. Existen asimismo Espíritus pedantes o pseudo-sabios, que hacen ostentación de palabras para imponerse. Y esto también acontece entre vosotros. Por otra parte, los mismos Espíritus esclarecidos pueden expresarse en términos diferentes, que en el fondo tienen el mismo valor, sobre todo cuando se trata de cosas que vuestro lenguaje es incapaz de traducir con claridad. Se requieren metáforas y comparaciones que vosotros tomáis por la realidad.
144. ¿Qué se ha de entender por “el alma del mundo”?

- Es el principio universal de la vida y de la inteligencia, de donde nacen las individualidades. Pero, quienes se valen de esas palabras muchas veces ni se comprenden a sí mismos. El vocablo alma es tan elástico que cada cual lo interpreta según su fantasía. En ocasiones se ha atribuido asimismo un alma a la Tierra. Hay que entender por esto al conjunto de los Espíritus abnegados que encaminan vuestras acciones por la senda correcta cuando les hacéis caso y que, en cierto modo, son los encargados de la ejecución del pensamiento de Dios en vuestro mundo.
145. ¿Cómo es que tantos filósofos, antiguos y modernos, han discutido durante tanto tiempo sobre la ciencia psicológica sin haber llegado a la verdad?

- Aquellos hombres fueron los precursores de la Doctrina Espírita eterna. Prepararon el camino. Y puesto que eran seres humanos han podido equivocarse, porque confundieron sus propias ideas con la verdad. Pero sus mismos errores, mostrando lo verdadero y lo falso de sus doctrinas, ponen en evidencia a aquélla. Por lo demás, entre tales errores se encuentran grandes verdades, que un estudio comparativo puede haceros comprender.
146. ¿Tiene al alma una sede determinada y circunscripta en el cuerpo?

- No, pero reside más particularmente en la cabeza, en los grandes genios, en todos aquellos que piensan mucho, y en el corazón en aquellos otros cuyos sentimientos y acciones son benéficos para la humanidad toda.
146 a. ¿Qué pensar de la opinión de quienes sitúan el alma en un centro vital?
- Equivale a decir que el Espíritu habita más bien esa parte de vuestro organismo, porque allí confluyen todas las sensaciones. Los que la sitúan en lo que consideran el centro de la vitalidad la confunden con el fluido o principio vital. Con todo, se puede afirmar que el asiento del alma reside con más particularidad en los órganos que sirven a las manifestaciones intelectivas y morales.
III.- Materialismo
147. ¿Por qué los anatomistas, fisiólogos y, en general, aquellos que profundizan las ciencias de la Naturaleza son llevados tan a menudo al materialismo?

- El fisiólogo relaciona todo con lo que ve. Orgullo de los hombres que creen saberlo todo y no admiten que algo pueda exceder a su entendimiento. Su ciencia misma los torna presuntuosos. Piensan que la Naturaleza no puede ocultarles nada.
148. ¿No es lamentable que el materialismo sea una consecuencia de estudios que debieran, por el contrario, mostrar al hombre la superioridad de la inteligencia que gobierna al mundo? ¿Habrá que concluir de ahí que tales estudios son peligrosos?

- No es cierto que el materialismo sea una consecuencia de esos estudios. Es el hombre el que extrae de ellos falsas conclusiones, porque puede abusar de todo, hasta de las mejores cosas. Además, la nada los aterra más de lo que quieren aparentar, y los “espíritus fuertes "son muchas veces más pedantes que valientes. La mayoría de ellos sólo son materialistas porque no tienen nada con que llenar el vacío de ese abismo que ante ellos se abre. Mostradle una tabla de salvación y se aferrarán a ella con prisa.
Por una aberración de la inteligencia hay personas que sólo ven en los seres orgánicos la acción de la materia y relacionan con ella todos nuestros actos. No han visto en el cuerpo humano más que la máquina eléctrica. Sólo estudiaron el mecanismo de la vida en el funcionamiento de los órganos. Han presenciado con frecuencia cómo se extinguía la vida por la ruptura de un hilo y sólo vieron ese hilo… Buscaron, por si quedaba algo, y como no encontraron sino la materia, que se había tornado inerte, no vieron el alma escaparse de aquélla y no pudieron aprehenderla, por lo que concluyeron en que todo residía en las propiedades de la materia y que, por tanto, después de la muerte, el pensamiento se reducía a la nada. Triste conclusión, si así fuera, porque entonces el bien y el mal no tendrían sentido, al hombre le asistiría la razón al no pensar más que en sí mismo y poner por encima de todo la satisfacción de sus goces materiales. Los vínculos sociales se romperían y lo propio sucedería con los más nobles afectos. Felizmente, estas ideas están lejos de ser generales. Incluso se puede afirmar que se hallan muy circunscritas y representan sólo opiniones individuales, porque en ninguna parte han sido erigidas en doctrina. Una sociedad que se basara sobre tales cimientos llevaría en sí misma el germen de su disolución y sus miembros se destrozarían recíprocamente, como bestias feroces.
El ser humano posee por instinto la convicción de que para él no todo termina junto con la vida. La nada le horroriza. En vano se han resistido los hombres al pensamiento del porvenir, pues cuando el supremo instante les llega, pocos dejan de preguntarse qué será de ellos. Porque la idea de dejar la vida para siempre tiene algo de desgarrante. En efecto, ¿quién podría afrontar con indiferencia la perspectiva de una separación absoluta, eterna, de todo lo que amó? ¿Quién sería capaz de ver sin pánico abrirse ante él el inmenso abismo de la nada, adonde irían a sumergirse para siempre todas sus facultades y esperanzas?, y decirse: “¡Y qué! Después de mí, nada, sólo el vacío; pronto no quedará huella alguna de mi paso por la Tierra; incluso el bien que haya realizado será echado al olvido por los ingratos que me lo deben; y ¡nada para compensar todo eso, ninguna otra perspectiva que la de mi cuerpo roído por los gusanos!”

¿No tiene este cuadro algo de horroroso y glacial? La religión nos enseña que no puede ser así y la razón nos lo confirma. Pero esa existencia futura, vaga e indefinida, no posee nada que satisfaga nuestro apego a lo positivo, y es esto lo que en muchas personas engendra la duda. Tenemos un alma, admitido. Pero ¿qué es nuestra alma? ¿Posee ella una forma o apariencia? ¿Es un ser limitado indefinido? Unos dicen que constituye un soplo de Dios, otros que es una chispa, y los hay también que la conceptúan una parte del Gran Todo, principio de la vida y de la inteligencia, pero ¿qué nos enseña todo esto? ¿De qué nos sirve poseer un alma si después de la muerte ella se confundirá en la inmensidad, al modo de las gotas de agua en el océano? ¿Acaso la pérdida de nuestra individualidad no equivale a la nada, para nosotros? Se afirma asimismo que el alma es inmaterial, pero una cosa inmaterial no podría tener proporciones definidas, de modo que para nosotros esto no significa nada. También nos enseña la religión que seremos dichosos o desventurados, según el bien o el mal que hayamos hecho. Pero ¿en qué consiste esa felicidad que en el seno de Dios nos aguarda? ¿Se trata de una beatitud, de una eterna contemplación, sin otra cosa que hacer fuera de entonar loas al Creador? Las llamas del infierno ¿son una realidad o apenas un símbolo? La propia Iglesia las interpreta en esta última significación, mas ¿cuáles son los sufrimientos que allá padeceremos? ¿Dónde está ese lugar de suplicios? En pocas palabras, ¿qué se hace y se ve en ese mundo que a todos nos espera? Dicen que nadie ha vuelto de él para revelárnoslo. Es este un error, y la misión del Espiritismo consiste precisamente en ilustrarnos acerca de ese porvenir, hacer que hasta cierto punto lo toquemos con el dedo y lo veamos con nuestros propios ojos, no mediante el razonamiento, sino por medio de los hechos. Gracias a las comunicaciones espíritas esto no constituye ya una presunción, una probabilidad sobre la cual cada uno de nosotros pueda tejer sus fantasías, y que los poetas hermoseen con sus ficciones o siembren imágenes alegóricas que nos seduzcan: la que se nos muestra es la realidad, porque son los mismos Seres de ultratumba los que acuden a nosotros para describirnos su situación y contarnos lo que están haciendo, permitiéndonos asistir –si así vale decirlo- a todas las peripecias de su nueva vida, y mostrándonos por ese medio la suerte inevitable que no está reservada, conforme a nuestros méritos o malas acciones. ¿Hay en esto algo de antirreligioso? Muy por el contrario, ya que los incrédulos encuentran en ello la fe y los tibios un acrecentamiento de su fervor y confianza. El Espiritismo es, por tanto, el más poderoso auxiliar de la religión. Y por serlo, Dios lo permite, y lo permite para reanimar nuestras tambaleantes esperanzas y conducirnos a la senda del bien mediante la perspectiva del porvenir.

Fragmento de EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS
                                    allan kardec

lunes, 19 de mayo de 2014

Una mina me tiene rechiflado

   Una mina me tiene rechiflado
   
  En un bar en  avenida Corrientes se encuentra Ricardo sentado solo junto a la ventana girando la cuchara en el café, ingresa Raúl ubicándose en la misma mesa y dice:
   -¿Como andas Ricardo?
  -No se -frunce el ceño-. Masomenos.
   -¿Que pasa contame?
   -Una mina me tiene rechiflado -y agrega- Estoy hecho mierda.
  En ese momento se acerca el mozo. "Hola Pedro tráeme un feca también para mí".
   -Bueno que pasa Ricardo -cruza los brazos sobre la mesa y lo mira a los ojos- ¿Es Patricia?
   -Sí -coloca una mirada pensativa al piso-. No puedo sacarla de la sabiola y estoy hecho un trapo.
   -Cuando una mina tiene una cara bonita y buen culo es una bestia.
   -Pero si una mina tiene un rostro masomenos y buen culo se la encaran todos.
   -Sí también, pero si una mina que no tiene buen culo para zafar tiene que ser muy linda de cara -agrega Ricardo- El problema que tengo es que pato es un hembrón.
   -Es mucho para un pobre.
   -Encima es una mina recareta que le gusta vestirse bien y salir. Cuando se pone un lompa ajustado que le marca el culo se la encara todo el mundo.
   -Patricia no pasa desapercibida ni que ande en ojotas -Raúl lo asalta de un hombro -. Tenés que olvidarte de esa mina es como darle suero a un finado.
   Ricardo se acaricia una oreja y lanza a media voz.
   -No sé cómo entrarle.
  -Vos tenés que hacer la diferencia cuando la encares -Raúl intentando animarlo-  usar el viejo truco del club.
   -¿Cual?
   -Esa que te acercas y le preguntas  ¿Sabes dónde queda el club? Y cuando la mina te responde ¿Qué club? Le batis al toque "El de admiradores tuyo así me anoto". Si sonríe listo...  Está con vos.
   Pedro acerca el pocillo con café. Cuando el mozo se retira Ricardo agarrándose la barbilla expresa.
   -Sabes lo que pasa Raúl, cuando estoy cerca de ella me quedo como un pelotudo y no me sale nada.
    -Porque Patricia es una belleza insoportable -tanteo Raúl- Por eso te pasa eso. Hay que elegir entre la ficción y la realidad.
   -Por algún motivo desconocido hay varones que tienen como destino el fracaso. Fracasan en todo lo que emprenden por un destino marcado así. Todos los caminos se le cierran y late el fracaso en cada instante.
  -No hay que tomarlo tan así...  Mira yo si no fuera por la paja hago casi la vida de un monje.
   -Tengo que tener paciencia con los deseos hasta que pierdan su fuerza.
   -A las mujeres no tenés que aburrirlas. Tener una mujer también es tener un problema -sacude la lucidez-  Cuando algo se le mete en el balero a una mina no la frenas con nada.
   -A veces hay que dejar de lado nuestros deseos, pero hay que tener coraje para hacerlo.
   -Como decía un gomía "Sí deseas conocer a una persona hay que preguntarle que quiere".
   -Bueno che -Ricardo gesticula alegremente- ¿Como forma Boca hoy?
   -Mira en el arco va a estar Córdoba, atrás el patrón Bermúdez,  Román de enganche, adelante Palermo,  el Guille también va a jugar...

NF

martes, 1 de abril de 2014

Amor, mujeres y amistad

AMOR, MUJERES Y AMISTAD



     En el milagro del primer amor pensamos que es el único y que jamás se repetirá. Esta pensamiento nos atormenta.


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        La etapa de enamoramiento es un autoengaño. Este consiste en una ilusión idealizada. Pero, con el correr del tiempo, deviene la desilusión y retorna la realidad.
        En casos extremos, en que la desilusión es muy fuerte, la mejor solución es el olvido. Este remedio consiste simplemente en dejar transcurrir el tiempo.
        El tiempo sana hasta la desilusión mas grande.
   
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        El varón y la mujer son completamente diferentes en dos sentidos: Uno es la estructura física que no necesita de mayores explicaciones.
        En segundo término es sobre la forma de expresarse y actuar. El actuar del hombre es simple y directo; no da rodeos y va al choque. Es decir, para citar un ejemplo modesto y sencillo, si un varón se disgusta por algo en la comida replica: ¡Le falta sal ! En cambio la mujer es indirecta  y sutil al expresarse. Diría en este caso: ¡A esta comida le falta algo!  Así es la naturaleza de la mujer.

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        Tanto la mujer como el varón no son completamente femenino ni masculino, respectivamente. Es lo que los griegos llamaban andrógino.
        Los dos sexos participan, cada uno en menor medida, del otro. Cada uno tiene en menor grado un poco del sexo opuesto. Es de observar, especialmente en el acto sexual, que la mujer tiene algo de masculino.

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        Lo primero que observamos y buscamos es la belleza; ese cruce de miradas que es como un primer beso.
        En ese instante caemos bajo un hechizo; pero todo aquello trae aparejado una explicación. Es el instinto de atracción sexual  lo que produce esto. Tan es así que fracasado éste emprendimiento zarpamos, como un buque,  en una nueva empresa.
        Después de esa primera atracción reaccionamos como tontos ante esa persona. Pero es un estado transitorio. Hasta llegamos a hacer sacrificios para encontrarnos nuevamente con esa persona. Como los animales que dejan de lado el alimento con tal de aparearse.
        La segunda etapa constituye el afianzamiento. Superado el enamoramiento inicial prosigue la relación de la mano de un proyecto. Este camino  normal, lo que conlleva a la estabilidad y perdurabilidad de la pareja.
        Cuanto mayores coincidencias haya en la pareja habrá mayor entendimiento que socorre a una mejor relación.
       Muchas veces el amor comienza con una amistad. Claro que ésta amistad no debe exagerarse, si no hay deseos de ambas partes no hay amor.
        En el amor la fuerza de la pasión es el motivo de la relación. Primero se enamora de la belleza del cuerpo; antes que conocer la disposición del alma.
        Hay que tener cuidado con las ilusiones del amor  ya que la pasión lo ciega.

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        La persona que no posee amor se siente vacía  y esa soledad la puede llevar al suicidio.
        El amor no es un negocio, se lo entrega sin pedir nada a cambio.

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         Las ilusiones y deseos perturban la tranquilidad. El buen uso de la razón consiste en frenar la pasión. 
        Hay que cuidarse de los deseos e ilusiones, pues la ganancia es la decepción.


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        A la persona hay que amarla como es, no como se quiere que sea.
         El amor también es una trampa que puede esclavizar.

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         El amor es un deseo y todo deseo se traduce en querer poseer lo que se carece.
        En el amor se aspira a poseer.
        Cuando se tiene lo que se quiere, en realidad lo que se desea es seguir poseyéndolo en el futuro.
        Todo amor es amor hacia algo y eso no es sino la posesión de un bien que otorga felicidad. Todos los deseos de cosas buenas  es amor.

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          Un buen padre puede decir a su hijo: «Te ordeno que me respetes», y con seguridad obtendrá éxito. Pero por mas que le repita mil veces: «Te ordeno que me ames», no podrá con eso brotar el amor de su hijo.
         Nuestra alma siempre va a amar, porque fue hecha para ello, y no puede dejar de funcionar así. Pero hacia dónde va dirigir ese amor es algo que únicamente concierne a cada uno de nosotros.

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        El amor se reduce a dejar que una persona sea lo que realmente es.

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      Según Schopenahuer  el amor es un engaño natural que impulsa a  los hombres a sufrir para reproducirse.
        Los seres son impulsados a perpetuarse por medio de la reproducción, induciéndolos en el error de creer que la vida es buena.
        Los individuos aceptan el dolor de vivir y el sacrificio de reproducirse con la ilusoria promesa del más intenso de los goces.
        El instinto es necesario para la reproducción y el amor es manifestación  necesaria del instinto.
        La adquisición de la capacidad de amar representa para el individuo un sacrificio inconsciente de su personalidad, en homenaje a los intereses trascendentales de la reproducción de la especie.

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        Para José Ingenieros el deseo del amor es una preferencia individual por otro individuo de sexo complementario que admira. La admiración da la medida al deseo, lo que más se admira es más deseable.
     El ideal  es una abstracción de perfección atribuido a un individuo por ser el más digno de admiración, deseable y esperado. Ese juicio tiene un valor presente y es susceptible de rectificación.
     La ilusión de amor es un error de juicio que atribuye al deseado caracteres de perfección tipificados en el ideal del amador.
     La esperanza no decepcionada puede estimular la renovación de la experiencia. Pero esa prolongación no es forzosa ni frecuente en la especie humana.
     El amor es una verdad vital conveniente para la selección, mientras que la ilusión del amor es una mentira vital para la conservación de la especie.
     Finaliza el médico y filósofo escribiendo que el derecho de amar ha sido gradualmente suprimido por la familia y la monogamia por imposición del genio de la sociedad.

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El amor  verdadero es aquél que te hace preocupar más de otra persona que de uno mismo.

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         Algunos creen que es imposible la amistad con el sexo opuesto, por más noble que resulte este noble sentimiento siempre implica una seducción.
        Otros creen que se puede tener un vínculo sin segundas intenciones.
        Los limites entre el compañerismo y la seducción son sutiles y las tentaciones son muchas.
        La amistad es saber que el otro nos quiere aunque pasemos mucho tiempo sin contacto.
        La simpatía y los afectos tiernos se originan en el deseo sexual, pero el fin de la pulsión erótica se halla  inhibida.
        La prohibición exacerba el deseo. Cuanto más recaudo se toma para impedir el contacto más aumenta la tendencia impulsiva a la consumación sexual.  Entre personas de sexo distinto debe permanecer ajena la vista y el tacto, ya que son sus dos grandes enemigos.

        En los sectores urbanos modernizados es posible entablar vínculos amistosos entre personas de distinto sexo. La mayor facilidad que existe para obtener acceso a la sexualidad disminuye la obsesión de la misma y es entonces cuando aparecen las relaciones amistosas entre los distintos géneros.
        Pero la amistad no es posible sin que un interés sexual cabalgue junto al afecto  más sublime.
        Sólo hay dos momentos en que un varón y una mujer son amigos: antes o después de haber tenido relaciones sexuales. En el primer caso con la intención de que eso suceda. En el segundo con el propósito que se repita.

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         El amor es sufrido y no tiene envidia. No hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor, no se goza de la injusticia, sino que se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera y  todo lo soporta.

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        Según Baudelaire el amor es salir de sí mismo.
         El hombre es un animal adorador. Y adorar es sacrificarse y prostituirse.
        La mujer no sabe separar el alma del cuerpo. Es simplista, como los animales.
        La mujer tiene hambre y come; sed y bebe. Esta en celo y quiere ser satisfecha.
        La mujer es natural, es decir, abominable.
         Amamos las mujeres cuanta más extrañas son.
        El amor se parece a una tortura, prosigue el poeta, aunque ambos amantes estuvieran muy enamorados y muy llenos de deseos recíprocos, uno de los dos estará más tranquilo o menos poseído por el otro y dominara.
        Aquel o aquella es el verdugo, el otro es la victima
        Es un espantoso juego donde es necesario que uno de los jugadores pierda el gobierno de si mismo

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        Un amigo fiel es un refugio seguro, el que lo encuentra, ha encontrado un tesoro.

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        Decía Aristóteles que el amigo de todo el mundo no es amigo. Es amigo mío aquel que me socorre, no el que me compadece.

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       Un verdadero amigo es aquel que te deja en total libertad de ser quien eres.

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         La amistad es un sentimiento que arraiga un instinto social, propio de todos los seres capaces de vivir en grupos. Surge de la asociación en la lucha por la vida. En sus formas evolucionadas se manifiesta  en una simpatía activa.
        Nace de la afinidad entre los caracteres y se consolida por el hábito.
        Es una  mutua resonancia de gustos e inclinaciones; nada parece menos que la complicidad de intereses.
        La amistad es una reciprocidad de afectos sostenida por la tolerancia.

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       Un amigo es la mano que despeina las tristezas.
        La razón que vos tengas es la suya. El agravio que sufras es su agravio. Y serás por tu amigo respaldado.
        Un amigo es alguien que nos conoce mejor  que a nosotros mismos y quién uno conoce mejor que nadie.

Se permite y agradece la reproducción y difusión por cualquier medio citando la fuente.

Nelson Fediuk