viernes, 1 de diciembre de 2017

Moisés y el monoteísmo

Moisés y el monoteísmo

  Moisés en lengua hebrea suena a Mosche. El capítulo II del Éxodo nos cuenta que una princesa egipcia salvo del Nilo a un niño, del cual proviene la etimología del nombre:  al que yo he salvado de las aguas. Pero esta explicación es insuficiente ya que la forma hebraica Mosche significa "el que extrae". Esto resulta insostenible y la objeción tiene como base, en primer término,  que una princesa egipcia utilizase un nombre derivado del hebreo y, en segundo lugar, el agua de donde haya sido extraído es muy probable que no tenga relación con el Nilo.
  Varios autores sospechan que el nombre Moisés deriva de la lengua egipcia. La palabra egipcia Mose significa niño, y era la abreviatura de nombres egipcios. Por ejemplo Amen-mose (significa niño Amón) o Ptha-mose (niño Ptha). La forma Mose se encuentra en numerosos monumentos egipcios. Hay reyes egipcios como Ah-mose, Thut-mose (Thothmes) y Ra-mose (Ramses).
  La s del final del nombre Moses derivase de la traducción griega del Antiguo Testamento. No pertenece al hebreo, ya que en esta lengua el nombre es Moshe.
  Quien tiene un nombre egipcio es egipcio, y esto se justifica más en la antigüedad.
  Otro punto importante consiste en que cuando un mito o una leyenda se la quiere pasar por una personalidad histórica lo que importa es la realidad. En el caso de Moisés la familia que realmente existe es en la cual el individuo ha nacido y crecido, en cambio, la familia ficticia es la que la fábula lo ha transformado en judío.
  
   Moisés es un egipcio que la fábula ha transformado en judío.

  Cuando un pueblo o una tribu erige una empresa es de esperarse que el jefe sea elegido del mismo pueblo que mantenga su cultura. Más teniendo en cuenta el desprecio, muy conocido, que sentían los egipcios por los pueblos extranjeros. ¿Puede un solo hombre crear con facilidad una nueva religión?, ¿no es más natural que lo atraiga a su propia religión? Habría que pensar que de haber sido egipcio Moisés la religión implantada debió ser la de ese pueblo. Y queda la posibilidad de que la religión que Moisés dio al pueblo judío fuese una religión egipcia, aunque no la egipcia.
   En la dinastía XVIII subió al trono egipcio, en el año 1375 a.C., un joven faraón que se llamó Amenhotep. Este rey dio a sus súbditos una nueva religión, se trataba de un severo monoteísmo. Pero el reinado de Amenhotep duró sólo diecisiete años. Durante el reinado de Amenhotep III, el padre y antecesor del reformador, la adoración al Dios del Sol único adquirió un nuevo matiz; en oposición al poderoso Amón de Tebas.
  En nombre del Dios del Sol, Atón o Atum, el joven rey halló un movimiento que hizo suyo. Gracias a las conquistas de Tothmes III, Egipto añadió al reino Nubia, al sur; Palestina, Siria, y una parte de la Mesopotamia, al norte. El faraón amplio los límites del imperio egipcio extendiendo la influencia de su nueva divinidad. Amonhotep rendía culto al Sol. En dos himnos dedicados a Atón se adora al sol como creador y mantenedor de todo lo que vive. Tiene un parangón en los Salmos, siglos más tarde, con que honraría el pueblo judío a su Dios Jehová.
  El rey egipcio transformo el politeísmo con la doctrina de un Dios universal y con un riguroso monoteísmo, con total exclusión de otras deidades. Un himno de Atón dice claramente: "Oh, tu único Dios a cuyo lado no hay ningún otro."
  Había, en aquella época,  una violenta oposición de los sacerdotes de Amón. Esto influyo de tal manera que fue prohibido el nombre del Dios  Amón y, además, Amenhotep sustituyó su nombre por Akhenatón. El odiado dios no solo desapareció de su nombre, sino también todas sus inscripciones. Poco después Akhenatón abandonó la ciudad de Tebas y construyó rio abajo una nueva residencia que denomino Akheatón (horizonte de Atón). En la actualidad sus ruinas se llaman Tell-el-Amarna. 
  Si Moisés hubiera sido egipcio y hubiera dado a los judíos su propia religión, ésta sería la de Akhenatón, es decir la religión de Atón. Ambas son formas de un severo monoteísmo y concuerdan en sus características fundamentales.
  El monoteísmo judío se presenta más severo que el egipcio, por ejemplo cuando prohíbe terminantemente toda representación material de los dioses. Y en la religión judía se abandona completamente la adoración al sol, que se mantiene en la egipcia.
  Akhenatón tenía que luchar contra la religión del pueblo en la que el dios de los muertos, Osiris, desempeñaba un gran papel. Tal vez por ello, en la religión judía nada se dice del más allá ni de la vida después de la muerte.
  Cuando se trata de establecer de donde los judíos adquirieron la costumbre de la circuncisión solo se encuentra una respuesta: de los egipcios. Heredoto nos cuenta que la costumbre de la circuncisión de los egipcios data de largo tiempo y se confirma por la observación de las momias y las paredes de las sepulturas. Ningún otro pueblo del Mediterráneo oriental tenía esa costumbre, puede afirmarse que  los semitas, babilonios y sumerios no estaban circuncidados. No existe la posibilidad que los judíos adquiriesen la costumbre de la circuncisión de otra parte. La circuncisión, por regla general, es un sacrificio simbólico.
  Siguiendo con este argumento carece de sentido que Moisés, suponiendo que era judío, quisiera a su pueblo libertar del cautiverio de los egipcios y seguir una costumbre que procede de los egipcios (si se quisiera desarrollar una existencia nacional, independiente y autónoma). Al contrario, despertaría un recuerdo de servidumbre.
  Si Moisés introdujo en los judíos la costumbre de la circuncisión fue porque él no era judío, sino egipcio. Y es muy probable que Moisés dio a los judíos la religión mosaica que es egipcia, aunque no la común de ese pueblo, sino la de Atón.
  Sí Moisés vivió en la época de Akhenatón, y suponemos una relación con este rey, aparece una posibilidad que explica todos los enigmas.
  Quizás Moisés era miembro de la casa real, como afirma la leyenda, y supongamos que era un hombre importante. Debería ser de gran capacidad, ambicioso, activo, quizás también soñaba con dirigir algún día su pueblo y dominar el reino. En tal caso, vio trastornadas sus esperanzas e ideales a la muerte del rey. No abandonando sus convicciones, si seguimos especulando, Egipto nada podría ofrecerle y se consideró ajeno a su patria. Los sueños de Akhenatón eran rechazados por su pueblo y al destrozarse su imperio Moisés tomo su legado, trazó un plan de fundar un nuevo reino con un pueblo que rindiese culto a la religión abandonada por los egipcios.
  El éxodo de Egipto debió ser entre 1358 y 1350, es decir, después de la muerte de Akhenatón y antes de que Haramhab asumiera la autoridad del Estado.
  Cuando se acepta que la circuncisión es una costumbre egipcia, introducida por Moisés entre los judíos, se deduce que la religión que él les dio era también una religión egipcia. Quien niegue este hecho tendría también que negar cuanto se refiere al problema de la circuncisión.
  Jehová impuso a Abraham como signo de la unión entre él y su descendencia la circuncisión, pero se trata de una ficción torpe. El hecho de que la circuncisión fuese habitual en Egipto no podía ser desconocido por los israelitas que crearon los textos bíblicos, no debían ignorarlo pero tenían que negarlo a cualquier precio.  Sino un israelita que se trasladase a Egipto tendría que ser considerado como hermano en Jehová de todos los egipcios.

Al que desee profundizar el tema, me remito a la fuente Moisés y la religión monoteísta de Sigmund Freud.

Nelson Kuidef



miércoles, 1 de noviembre de 2017

Algo raro para alguien normal

Algo raro para alguien normal

"Es más fácil engañar a la gente, que convencerla de que ha sido engañada."

Mark Twain
  
   Nacer, crecer, sufrir, la existencia se trata de algo que hay que desconfiar. La vida es una larga enfermedad. Un día miércoles de agosto, el mes de los vientos, salgo sobrio del policlínico San Martín hacia la calle y me dirijo a una parada de colectivo urbano para ir al centro de La Plata. Mientras espero el bondi veo a una cuadra, detenido en el semáforo, al diecinueve. Como no sabía si esa línea va al centro, me aproximo a un hombre de piel ajada vestido de un buen traje azul cortado a medida, zapatos negros y ojos castaños sombríos. Su mirada tiene una expresión de gravedad. Le pregunto ¿Este colectivo va al centro?, el hombre con buena estatura me observa y responde con voz pastosa. No sé -con aspecto frio y distante.
    El trajeado de pelo negro lacio como cuervo se encuentra a unos pasos de mí con una carpeta negra, como esperando a alguien consultando su reloj. Los errores son castigados con dureza.
   Con el paso del tiempo he aprendido que no sirve de mucho planificar. Aunque se tenga un plan perfecto, no se puede tener en cuenta todas las vicisitudes e inconvenientes de la realidad. Siempre habrá sucesos no previstos en la ejecución de un plan. Lo mejor es dejar fluir el día a día sin grandes proyecciones a largo plazo. Igualmente, como decía Cioran, no importa lo que hagas o dejes de hacer, ya que todos los humanos tenemos como regalo una fría tumba. A la muerte no le importa lo que hagas o no hagas.
   Cuando arriba el micro subo dos escalones, pregunto nuevamente si va al centro al chofer y asciendo. Llego a la calle siete y camino dos cuadras a una librería con la intención de adquirir el tomo uno de El mundo como voluntad y representación de Schopenahuer. Ingreso al local y me dirijo inmediatamente a la sección de ensayos. El libro buscado no se encuentra, pero lo curioso es que mirando rápido a las pocas personas que hay en la librería, me parece ver fugazmente al mismo chabón que vi con traje azulado y libreta negra. Al principio no le doy la menor importancia.
   Salgo de la librería y apeo a otra librería que dista a tres cuadras. El sol brilla para los justos y para los injustos.
    Durante el trayecto tropiezo con dos mormones que están explicando a una anciana que el libro del "profeta" jose smith afirma en Alma 7:10 que Jesús nació en Jerusalén no en Belén. Escucho una voz de barítono que me susurra al oído "Murió el niño que tienes dentro". Mientras camino en la sombra pienso, "como ese tipo llego tan rápido al mismo lugar antes si yo viaje rapidísimo y camine ligero."
    En la otra librería tampoco encuentro lo que busco y parto rumbo a la terminal, entretanto, en el recorrido a pie de regreso otra vez veo al mismo personaje cerca de mí. Comienzo a respirar entrecortado. El miedo es un gran enemigo.
   Cuando arribo a la terminal de La Plata voy apresurado a la boletería y saco mi boleto de regreso. Enciendo otro impaciente pucho y con boleto en mano miro a la muchedumbre y no entiendo ni lo puedo creer. Otra vez veo al mismo sujeto con su cuaderno negro mezclado en el gentío. Aquel hombre... o más bien ese ser. De manera nerviosa trago saliva y un inmenso frio recorre mi espalda.
   Decir que estamos solos en el universo es como que vaya una expedición al África recorra solo un kilómetro cuadrado y diga "No vi ni una sola jirafa, ni un solo elefante."
   Un mal día enloquece a cualquiera.
   Jadeante y con manos temblorosas tomo el colectivo rumbo a Magdalena mirando constantemente si me sigue el hombre desconocido, si es que se trata de un ser humano. Antes había percibido una ráfaga de aire a mí lado. El camino se vuelve amenazante como cuando cae la noche. Finalmente llego solo y desconcertado a mi hogar.
   Magdalena es un pueblo tan chico que San Martín y Belgrano están montados en el mismo caballo. La única solución para colocarla seguido es casarse. La televisión sangra y repite la noticia que Corea del Norte tuvo éxito con la prueba de misiles intercontinentales, afuera oigo perros ladrando. El campanario anuncia las tres de la tarde. Balbuceando relato, con la frente sudorosa, a mi progenitora lo ocurrido buscando una explicación razonable,  me expresa "La verdad no sé qué decirte..., consultalo al cura."
   Hay personas que dicen lo que piensan sin mentir, no tienen miedo de herir, dicen lo que realmente piensan.
    La luna se come al sol y las estrellas hoy no brillan. Los astros están lejos y no están de acuerdo. Los malos pensamientos provocan dolor de cabeza. En toda la noche no puedo pernoctar y escucho los discos de los redondos buscando un mensaje oculto. Angustiado en mi habitación, a eso de las cinco de la madrugada, escucho la canción Todo preso es político bebiendo un líquido oscuro.
    No hay ningún lugar donde esconderse de los propios pensamientos.
    En momentos de confusión hay que dejar que el pensamiento calme por sí mismo, sin esfuerzo, dejar fluir el tiempo. A veces no hay que dejar que un reloj nos diga lo que hay que hacer. Me pregunto porque siento angustia, a lo que un experimentado filósofo responde que la angustia es una relación con algo que no es nada, "angustiarse de nada". La angustia es en realidad una posibilidad que atormenta. El infierno como lugar lóbrego y dantesco no existe, el infierno está dentro de nosotros. Lo que existe es la ley de causa y efecto o efecto y causa. Todos tenemos algo de pecaminoso.
    La clave está en elegir una decisión adecuada en el momento adecuado.
   Temprano, por la mañana,  resuelvo consultar al cura de la parroquia lo ocurrido. Con un mar de dudas quiero averiguar de qué se trata todo esto. Terminado mi relato interrogo con gravedad al cuervo sobre ese mistérico ser: ¿Qué era? ¿Un ángel o un demonio? Frunce el entrecejo. Es mejor no saberlo -responde cortante.

nf

jueves, 19 de octubre de 2017

9 haikus de Taneda Santoka

Taneda Santoka, 9


Hacer un fuego
para uno solo


De acá para allá,
libre como el viento,
saborear el agua.


Me paseo en los vientos
En el brillo
Y en la oscuridad


Oye, grillo:
Sólo tengo arroz
para mañana.


Ha envejecido
hasta el sonido
de las gotas de lluvia.


El arroz es delicioso
y el cielo azul
muy azul


Oculta en una choza en ruinas
mi vida en ruinas.
Canta una cigarra.


Crepúsculo en calma.
Lavando una olla
que ya estaba limpia.


Nada puedo hacer
mi vida de contradicciones
llevada por el viento.



Selección de Pablo Albornoz

domingo, 1 de octubre de 2017

Fábula del pelotudo - Roberto Fontanarrosa

Fábula del pelotudo


   Se cuenta que en una ciudad del interior, un grupo de personas se divertían con el pelotudo del pueblo. Un pobre infeliz de poca inteligencia, que vivía haciendo pequeños mandados y recibiendo limosnas. Diariamente, algunos hombres llamaban al pelotudo al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 50 centavos y otra de menor tamaño, pero de 1 peso. Él siempre agarraba la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos. Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el inocente hombre, lo llamó aparte y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda de mayor tamaño valía menos y éste le respondió: "Lo sé, no soy tan pelotudo..., vale la mitad, pero el día que escoja la otra, el jueguito se acaba y no voy a ganar más mi moneda."
    Esta historia podría concluir aquí, como un simple chiste, pero se pueden sacar varias conclusiones:
   La primera: Quien parece pelotudo, no siempre lo es.
   La segunda: ¿Cuáles eran los verdaderos pelotudos de la historia?
   La tercera: Una ambición desmedida puede acabar cortando tu fuente de ingresos
   La cuarta: (pero la conclusión más interesante) Podemos estar bien, aun cuando los otros no tengan una buena opinión sobre nosotros. Por lo tanto, lo que importa no es lo que piensan los demás de nosotros, sino lo que uno piensa de sí mismo.

Moraleja:
   "El verdadero hombre inteligente es el que aparenta ser pelotudo delante de un pelotudo que aparenta ser inteligente."

Roberto Fontanarrosa


viernes, 1 de septiembre de 2017

Aprendiendo a pecar

Aprendiendo a pecar

"... el mundo nos convierte en locos."
Charles Bukowski
   
   Me llamo Nelson soy de acuario, también soy haragán. Hay personas que comparten mi sangre y, sin embargo, me resultan extrañas. Un día me toca pasar al mástil para arriar la bandera. Suena la campana y, ante el silencio, paso al frente. Intento desanudar los nudos rápidamente, sin embargo pasa el tiempo y mi cara se torna color tomate. Me encuentro como un niño en medio de una batalla. Ante mi incompetencia el primer escolta me ayuda a deshacer los groseros nudos que hicieron los del turno de la mañana. Fue tal mi vergüenza, por la demora, que a partir de aquello únicamente estudio lo suficiente para aprobar las materias.  Como extraño emborracharme.

   Si siempre ocurre lo mismo no hay que esperar un resultado distinto.
  
    Rita, una amiga y vecina del barrio, tiene como apodo cebra, porque tiene cara de caballo, es rayada, y no se deja montar. Un martes me dice:

     -Vos vas a un colegio de locos.

    - ¿Porqué lo decís? –pregunto.  
 
    -Cada vez que paso cerca de la escuela de comercio uno -echa una sonrisa cómplice-, escucho un griterío enorme como si proviniera del infierno.  

   Una tarde concurrimos cinco compañeros a lo de Daniel (la habitación tiene entrada independiente por el garaje) y nos pregunta el dueño ¿Qué hacen acá a esta hora? Ifrán explica “Es que faltaron la profe de química y el de contabilidad”. Agacha la sabiola Daniel y murmura “Mira vos que mala leche -rascándose-, yo no fui porque no había preparado el trabajo de contabilidad”. Nos burlamos de eso, luego nos hace pasar. Al rato decidimos alquilar una película en video, pero tomamos la muy mala decisión de ir tres. En el videoclub pasamos media hora discutiendo sobre qué película alquilar. Finalmente optamos por la comedia Despedida de Solteros.
    Lorenzo pregunta ¿Che Daniel, Power está muy cerca de acá? Responde “Jijiji, ya sé porque lo preguntas. Sí al lado de mi vecino, únicamente una vez me pude colar”. ¿Cómo lo hiciste?, interroga nuevamente Lorenzo. “Primero salte el muro de mi vecino, después salte otro muro y di con el patio del boliche. El botón justo no estaba por eso zafe. Pero es muy jodido, casi todas las noches está vigilado.”

   Cuando junto un poco de dinero, a la salida del colegio, me reúno con Lorenzo a tomar una cerveza con coca en la vereda de un kiosco, el comerciante nos facilita una jarra bagatela para realizar la mezcla.

   -Che te gustaría ser fotógrafo de playboy -le digo a Lole.

   -¡Fa! Ese sí que sería un buen laburo.

   Tercamente pronuncio que se saque las patillas. Posteriormente se las afeito pero se rasura de más. Se estila afeitarse a la altura superior de la oreja, él se afeito crecidamente arriba.
   Los jueves a las siete de la tarde, con mi fiel compinche de cacería, nos congregamos en el murito de la entrada del club alemán y sentados junamos, a través de una reja, a las chicas con minifaldas que practican patín. Mientras fumamos Lole exclama, "viste las gambas que tienen..., parecen las piernas de Maradona."
   Cuando caminamos por el centro, Lole me señala:

   -Che ¿Viste como te miraba una morocha?

   -Sí... Y eso que no me afeité.
  
   Después nos despedimos con un apretón de manos y tomamos calles diferentes. Siempre regreso a mi cueva solo como un gato.
   
   Un sábado que no tuvimos noticia de ninguna fiesta privada resolvemos con Lorenzo ir a lo de Daniel a ver si tiene alguna dato. Salir el sábado por la noche constituye nuestra religión.
   Daniel nos recibe con la nueva adquisición. Es un disco compilado de los simples de The Cure, la tapa del vinilo es un viejo.
  
    -Hay un quince en el Rotary Club -dice Daniel.
 
    -¡Uh!, pero es lejos -digo.
  
    -Es el único dato que tengo.
  
   -Vamos caminando ahora... Así llegamos.
  
   -El problema es el tema de la seguridad...,  si esta el cana de la garita sonamos.
  
   -Y vamos a probar, de última vamos al boliche.
  
   -Bueno, termina el disco y arrancamos.
  
   Después de caminar sin reposo cuatro kilómetros hemos llegado al club. Un perro lánguido nos muestra los dientes. Bandeamos un caminito de entrada y sale de la garita un cabo. Nos detiene el paso y dice:
  
   -¿Tienen tarjeta?
  
   -No, somos amigos de la cumpleañera.
  
   -¡No me interesca lo que ustedes piensen!
   
   Nos revolcamos de la risa de su respuesta. El petulante, muy enojado, agrega “Y ya se van o los llevo a todos a la comisaría”. A veces es conveniente no suplicar y pegamos la retirada sonriendo. Cuando empezamos a salir el vigilante llama por radio y apuramos la marcha. Lorenzo con la comisura de los labios hacia abajo canta:
  
   Esquivando patrullas
   de la noche enferma...
  
    A diez metros se detiene un colectivo urbano que por suerte lo abordamos.
  
   -Menos mal que enganchamos el bondi -señala Daniel.
  
   -Si estaba llamando con la radio el guacho.
 
    -¿Vamos al boliche? -acoto.
 
    -No tengo guita y además mira -expresa Lorenzo mostrando los bolsillos vacíos.
  
    -Uh, sos boludo, como vas a salir con zapatillas. Al boliche no podes entrar.
 
     Mientras viajamos hablo sobre El amor, las mujeres y la muerte de Arthur Schopenhauer, un libro que leo en mis ratos libres. Daniel exclama: ¡Que grandes ideas!

   Los fanáticos religiosos leen un solo libro.
  
   Lorenzo baja antes, con los ojos sigo la silueta del amigo que se aleja. Daniel y yo apeamos cerca de Power. En un muro de calle céntrica tiene escrito una leyenda que reza "Jesús te ama". Cerca de nosotros dos perros feos nos ladran.
   A tres cuadras del boliche nos cruzamos a un chabón de nuestra edad que nos frena y comenta:

   -¿Van a la sociedad israelita?

  -No -respondimos en coro los dos.

   -Porque hay allá un quince -y agrega el desconocido-, pero es una mierda. No hay chupi y las minas que hay son pocas y feas.

   Asombrados por el comentario expreso.

   -Bueno gracias por la información, pero no íbamos para allá.

   Los dos sabemos que el boliche es una mierda, igualmente, ingresamos secos al local. Dimos unas vueltas y rebotamos con todas. En un baile la mayoría de las minas tienen el síndrome de la abeja reina, se creen que son unas reinas y en realidad son un bicho. Daniel se encuentra con Claudia (una chica que es de nuestro mismo año, pero de distinto curso). Baila varias canciones con ella, yo sigo sin encontrar pareja de baile. Se mueven cuerpos sudorosos con canciones como La máquina de amor de Gene Loves Jezebel, Hablando en tus sueños de The Romantics y Domingo a la mañana de The Bolshoi.
    Hay un pequeño puente con barandas de hierro, desde abajo observo un buen culo entangado con la V de la victoria. ¡Banzai!
    Cuando vienen los lentos veo una gordita solitaria con minifalda roja y medias marrones apoyada sobre una columna, la invito a bailar y acepta con ojos de gata.

   A veces hay que tragarse el orgullo.

   La abrazo y era tan grande su cintura que mis manos no se pueden encontrar detrás, a la siguiente canción la despido ya que no sentía sus pechos y era como abrazar un barril.

    A veces es mejor abandonar las cosas sin dar explicaciones.

    A las cinco de la mañana el rocío baña las calles y nos retiramos con Dani del boliche. Daniel me señala:
  
    -Te acordás de Gabriela, la prima de Claudia.
 
    - “Mas o menos” -haciéndome el tonto.
 
    -Jijiji...,  no te vas acordar, iba al otro tercero.
  
   -Sí, la recuerdo.
 
    -Claudia me contó que Gabriela siempre estuvo enamorada de vos.
 
    -Nunca lo supe -y agrego-, no creas en todas las cosas que te digan.
 
    Me despido de Daniel con sabor amargo en todo el cuerpo. Es inútil llorar por lo perdido. La mujeres son insensatas, todas anidan rencor y venganza en su corazón. Y sí... las mujeres también se enamoran. Cada uno juega con las cartas que le tocan. Nace de nuevo el maldito sol y me golpea como luces rojas de un patrullero. Camino lánguidamente entonando:

    Las voces de discoteca no tienen cabida
    en esta movida
    yo repudio toda esa careta de mersa coqueta

    Con la cabeza gacha y los ojos clavados en el suelo maldigo como un condenado diciéndome varias veces "Que boludo, porque no me la encare a la mina cuando pude… soy un boludo, siempre fui un boludo."
    Es una mala broma del destino. Lo más fácil es rendirse.
   Abro la puerta, doy unas vueltas, me tiro un pedo y me acuesto en mi fría cama.

NF




martes, 1 de agosto de 2017

Expulsados del paraíso

Expulsados del paraíso

"Conocer la propia oscuridad es el mejor método para tratar con la oscuridad de los demás."

Carl Jung


                                                                                                                                 Posadas es una ciudad caliente que haraganea el pasado. La casa de Daniel tiene una ubicación privilegiada a cinco cuadras del colegio en pleno microcentro. Es el lugar citado para la rata, especialmente en el mundial de México, cuando juega la selección marchamos directamente a esa casa. También es el espacio preferido de reunión cuando tenemos horas libres por falta de profesores. Honestamente envidio a Daniel, su padre empresario normalmente no se encuentra en la ciudad, el inmueble es de una gran extensión (un cuarto de manzana). Daniel, junto con su hermano mayor, tiene un habitáculo separado de la casa principal. El hermano se aloja muy poco con Daniel, está muy ocupado con su puesto de arquero suplente en Vélez. La habitación emancipada consta de un televisor color con video y un centro musical que es la desazón de todos, conserva posters de Soda, Virus, The Cure, U2, Judas Priest y W.A.S.P. entre otros. También, como en casi todas las casas, hay una foto del Diego con el mágico número diez. Por si fuera poco cuenta también con un fiat bolita a su disposición de color  rojo con una hermosa butaca, tiene los asientos delanteros un poco más distanciados que los que vienen de fábrica brindando mayor comodidad al conductor y acompañante.  Una tarde le pregunto:

   -¿Cómo hiciste para conseguir la cartelera de Volver al futuro?

   -Se lo encargue al boletero del cine que es amigo de mi hermano...,  además le tiro unos mangos -mientras fuma con carraspeo y pone las cenizas en su mano.

   Somos respetuosos con la hermana menor de Daniel, aunque la realidad es que todos le tenemos hambre.
   
   Mi padre siempre insiste que además de estudiar debería trabajar. A mí me encanta la idea de tener un laburo, ya que no cuento ni para invitar a una chica a tomar un café. Él me dice que podría buscarme un trabajo de cuatro horas por la mañana, ya que curso a la tarde, contesto “Y que pasa con los dos días que tengo a la mañana educación física”, se queda mudo. La cuestión es que mi padre usa eso para amenazarme, me río por dentro porque nunca me consiguió ningún empleo. Estoy cansado de ser un ratón de iglesia (mantenido por los padres). Jamás conocí un restaurante por dentro, únicamente he ido a veces a una pizzería. Entre cinco amigos hemos juntado, alguna vez, dinero para adquirir una pizza. Cuando se sirve en la mesa cada uno intenta masticar lo más ágilmente posible las porciones. La regla que tácitamente colocamos es que terminada de comer completamente la fracción se puede tomar otra, y todos nos apresuramos en deglutir rápido para intentar comer una ración más. Cuando hay hambre se digiere más rápido y el tiempo no espera.

   Ifrán y López, dos compañeros, juntos son dinamita. Se sientan contiguos en el aula y son los sospechosos de siempre cuando ocurre algo fuera de lo común. No se pueden quedar quietos, es como si tuvieran hormigas en el culo. En sus rostros tienen dibujados gestos de burlas que no comunican bondad, a ellos nada les preocupa. Son mistéricos y no les importa la vida en sociedad. Sucios por fuera y por dentro. Las autoridades escolares resuelven separarlos, enviando a López a otro curso. Ellos siguieron reuniéndose en los recreos hasta que lo expulsaron a López. En venganza draconiana cada vez que ocurre un acto en la escuela se escucha primero los estallidos de huevos podridos en las ventanas, luego las bombas de olor en el patio. Es tan fétido el ambiente que provocan arcadas y vómitos. Con sonrisas cómplices por lo bajo todos sabemos quién es el autor de la pestilencia.

    Hay cosas que sin ninguna lógica se repiten.

    Hace un mes había explotado un inodoro en el baño de varones. El colegio se inundo y quedo inhabilitado por tres días. Todas las miradas fueron dirigidas a Ifrán y López, investigaciones y pericia policiales convergieron en López.

   Hay muchas personas que a una enfermedad o carácter la acusan de "es genético", son muy pocas las enfermedades que están genéticamente programadas. La mayoría de las enfermedades complejas quizás tienen un pequeño componente genético, pero tener una disposición no es lo mismo que una determinación. La inmensa mayoría de las enfermedades no están predeterminadas genéticamente.
   Los genes responden a nuestro entorno. El gen se adapta al entorno y responde a él. Hay situaciones que despiertan y otras que apagan al gen. Por ejemplo, una infancia de abusos genera violencia o puede formara alguien antisocial. Así como una persona que no es maltratada de niño, difícilmente sea violenta en la adultez.
   
   Hay una contribución genética, no una disposición genética. "Esto es genético", es un error.

   La esquizofrenia no es genéticamente programada, hay situaciones que despiertan y otras que apagan la enfermedad. Todo gira alrededor del entorno.


   Una madrugada nos reunimos cuatro compañeros en la casa de Daniel, después de beber varios vinos, propone Ifrán:
  
     -Che Dani podemos usar esos tachos de pinturas.
  
    -¿Para qué? -interroga Daniel mientras silba a un gato para que regrese.
  
    -Para hacer una pintada en la escuela.
  
   Todos aprobamos la moción. Movimos el culo al colegio los cuatro, de los cuales tres tienen brochas y pinturas. Al quedar con las manos vacías yo oficio de campana. Escribieron insultos a profesores y autoridades escolares en las paredes exteriores del edificio. En el silencio, con un pucho apagado entre los labios,  pregunta Ifrán ¿Che hacete se escribe con hache? “Sí boludo” –respondemos a coro-, “preguntaba para que no me descubra la de castellano”, agrega Ifrán, todos reímos. Con manos sudorosas alerto que se acerca un patrullero y nos desbandamos.

   La impaciencia es el padre de todos los errores.

   Al otro día, la escuela nacional de comercio se encuentra convulsionada. Nos comentan informantes del turno mañana que estuvieron la policía y gendarmería tomando fotos de los grafitis, después los taparon con cal. Nosotros estábamos en el ojo de la tormenta, la pintada fue de índole sexual muy ofensiva, finalmente no pudieron auscultar quienes son los culpables.

   Un día martes nos pusimos de acuerdo con Ifrán y Lorenzo para faltar al colegio y reunirnos en el balneario, trayendo debajo un pantalón corto. Nos reunimos al otro día, a la hora programada, dimos unos chapuzones en el agua y después escabiamos un par de vinos. Estuvimos con las mejillas manzanas y ebrios como dos horas en plenos rayos de sol. Entresueños escucho un grupito sobrio de chicas que pasan cerca de nosotros y una comenta, "mira qué lindo bronceado que tienen."
  
  
   Una jornada se presenta Ifrán a clases con un pantalón extravagante. El jean es nevado con una tira de tela en los costados añadida en cada pierna y (para completar) tiene flecos que llegan al suelo. Confieso que llama la atención a todos, Lorenzo le dice “Eh hace mucho que trabajas en el circo”. Ante la risa de la patota, Daniel añade “No boludo él es el que contrataron para barrer el patio”. Todo era diversión hasta que se acerca la directora. Lo llama a Ifrán a la dirección, el alumno finge tener lipotimia, igualmente lo advierte que si llega a venir nuevamente así vestido no será admitido en el colegio.

   Mucha gente quiere recoger frutos de árboles que jamás sembraron.

   A la semana, todo el mundo calza pantalón nevado. De repente se pone de moda, como así también camperas de jean salpicadas con lavandina. La directora ya no se puede oponer a la moda y debo reconocer que Ifrán fue el primero en animarse a vestirse de esa manera. Aunque nadie adiciono las tiras floreadas ni los flecos.

    Todo el mundo sufre, inclusive aquellos que disimulan no sufrir.

    Otro día aparece Ifrán con el cráneo desnudo, todos riéndonos a carcajadas preguntamos “Que te pasó”, exasperado responde: “Me agarró la yuta el sábado por la noche y me pidió el documento, como no tenía, me llevaron a la taquería. Me dijeron que no podía tener el pelo así como un hippie y me pelaron. Estuve más de dos horas demorado y me decían que averiguaban si tenía antecedentes. Un cana me indicó que si no quería pasar toda la noche acá tenía que limpiar (con un balde y un trapo de piso) toda la comisaría. Así que tuve que lampacear  y después me soltaron.”

NF