miércoles, 26 de diciembre de 2018

La navidad y su origen pagano


La navidad y su origen pagano

   Las fiestas de Yule se celebran cada solsticio de invierno. Es esta una celebración de los pueblos nórdicos, relacionada con la mitología germana y el paganismo nórdico. El Yule originalmente duraba doce días y el cristianismo lo asimiló a la navidad.
   La fiesta tradicional de Yule tiene sus orígenes en la Escandinavia precristiana. Constituía sobre todo una fiesta de la familia y estuvo siempre dedicada a la fertilidad, a los solsticios y a la familia. Era una festividad donde también se recordaba a los ancestros, los amigos ausentes, y la mesa donde se celebraba la fiesta se preparaba con esplendor y magnificencia, ante la tumba de los parientes fallecidos.
   Las personas que no están familiarizadas con la mitología nórdica y el paganismo europeo simplemente no sabrían distinguir entre las palabras Yule (Joul), navidad y la natividad, que en cierto sentido son sinónimos y a la misma vez antónimos. Este uso o término aún sobrevive en muchas canciones navideñas o villancicos, así como en la confección de una torta o pastel llamado Yule log o tronco de navidad, en referencia directa a un tronco ritual de esta festividad ancestral.
   Entre los ritos que se acostumbraban, uno consistía en encender el leño de Yule, del leño del año anterior, y hacerlo arder por 12 horas. Es la versión puertas adentro de la hoguera de Litha. Luego se esparcían las cenizas por los campos para hacerlos fértiles.
   Los romanos también celebraban el solsticio de invierno cuando "el sol vence a las tinieblas" y empiezan a alargarse los días. Después del Edicto de Milán, por el que Constantino levantaba la prohibición que pesaba sobre el cristianismo, los romanos seguían celebrando su fiesta del solsticio de invierno. La Iglesia decidió absorber esa fiesta dotándole de un sentido cristiano, puesto que hasta entonces no se celebraba la natividad del Señor. El sol que vence a las tinieblas es Cristo, y desde entonces la navidad se corresponde con la noche del 24 al 25 de diciembre (igual que la noche de San Juan seis meses antes).
                                                              
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   Litha, conocido como solsticio de verano en el hemisferio norte, se celebra en la noche del 21 de junio. Las tradiciones y celebraciones que coinciden con estas fechas son originariamente pre-cristianas y han pretendido ser cristianizadas, como la celebración de la natividad San Juan o Sanjuanada.    Había una costumbre muy común en el noreste argentino que consistía en quemar leños y desparramar sus cenizas por un trecho (entre diez y quince metros) y entre las personas que concurrían, como una prueba de su fe, cruzaban descalzas sobre las brasas calientes.
   La celebración del solsticio de verano proviene de tiempos anteriores al cristianismo. En esos tiempos la gente creía que las plantas que florecían o germinaban en dicho solsticio tenían más poderes curativos y sanadores de lo habitual, razón por la cual solían ser recolectarlas en dicha noche. Se encendían hogueras para protegerse de espíritus malignos, los cuales supuestamente vagaban libremente cuando el sol se ponía por el sur.

Fuente Wikipedia

sábado, 1 de septiembre de 2018

La verdad de la verdad


La verdad de la verdad

Cada uno cuenta de la feria según cómo le va en ella.         refrán español


   Hay que ser critico porque hay muchas mentiras que nos venden como verdad. No hay verdades definitivas.
   Si quieres saber la verdad sobre algo tienes que buscarlo tú mismo.
  
   Escucha lo que te dice este viejo zorro: No hay verdad, solo hay interpretaciones.

   Cada uno acomoda su interpretación a su experiencia. Una persona que está convencida de una "verdad" buscará argumentos congruentes con esa idea que la justifiquen. Es decir, a la inmensa mayoría de las personas no les interesa la verdad objetiva, solo le interesa su verdad (o sea la verdad subjetiva) y buscará justificar eso que piensa con distintos argumentos.
   A la verdad no se la puede encerrar en palabras definitivas, ni se la puede congelar. Toda verdad es dudosa.
   Lo que constituye la verdad para algunos no necesariamente será verdad para otros.

   Voy a dar un ejemplo muy sencillo sobre mi opinión de la verdad. Si una persona cuenta una anécdota, cada persona tiene su propia imaginación sobre el suceso. En otras palabras, cada uno va imaginar algo distinto sobre un mismo hecho o suceso. Todos imaginamos cosas diferentes, ya que la imaginación es algo muy personal y muy de cada uno. Individual.
  
   Una persona que está convencida que tal cosa es así, y no de otro modo, por más que se le ofrezca el mejor argumento contrario difícilmente cambiará de opinión.
  Una verdad es individual, la verdad solo vale para uno mismo, porque la verdad es subjetiva. La verdad depende de la interpretación de cada uno. Por ello, la verdad es individual.
  La verdad debemos buscarla dentro de nosotros, en nuestro fuero íntimo. La verdad de otro, es del otro.
  El modo en que se manifiesta el ser es una revelación de sí mismo.
  Mostramos lo que somos por el modo como comprendemos.
  La verdad hallada en la comunicación inevitablemente llegará equivocada, a menos que no se la cuestione.
  Hay quienes tienen "convicciones", es mejor tener opiniones.
  Cada ser tiene su verdad, que consiste en su experiencia. Cada uno tiene su interpretación de un suceso o acontecimiento.
 
  El gran secreto de la vida es verse y descubrirse a sí mismo, al interior que mora en nosotros.
  Todo pensamiento genuino sigue una soledad que no soporta porque no se la admite ni tolera como tal, reclama en todo momento la necesidad de la comunicación y de la comprensión.
  Hay que buscar la verdad y desconfiar del que encuentra la verdad.
  Debes aprender sólo a separar la paja del trigo, cuanto más quieras saber el origen de las cosas encontrarás muchas mentiras. Tú mismo debes buscar la verdad.

nf


miércoles, 1 de agosto de 2018

las mujeres son todas locas


las mujeres son todas locas

Las mujeres están hechas para ser amadas, no para ser comprendidas. 
Oscar Wilde


   tengo los pulmones negros. antes era muy tímido. con la rigidez y dureza con la que me crio mi padre podría haber pasado dos cosas: que sea un títere o me transformara en un loco: termino siendo loco. me siento desclasado, las cosas no siempre salen como uno quiere. hay que aprender a simular como el zorro para conocer las trampas.
   
    es difícil estar solo y hasta los héroes tienen miedo.
  
    sí el mundo es extraño es por la existencia de las mujeres que son todas raras. al decir verdad, las mujeres son más terrenales, se las puede identificar con la naturaleza porque son impredecibles. no he conocido ninguna dama que sea normal. los varones somos simples, de gustos sencillos y fáciles de predecir y sabemos lo que queremos. en cambio las mujeres siempre están insatisfechas. a las mujeres les gusta las cosas difíciles y complicadas. el que desee seducir a una mina tiene que combatir en su terreno con las mismas armas, es decir, ser impredecible. la mujer es inefable.
  
   a las mujeres les gusta los hombres impredecibles.
  
   para seducir a una mujer hay que ser intermitente, un día hay que darle cuerda y al siguiente soltarla. no se debe obrar siempre de la misma manera, se deben variar los movimientos para confundir al contrincante. si observamos una repetición debemos intentar modificarla. hay mujeres que son como los las cocinas microondas, muy rápido se calientan y muy rápido se enfrían. no está del todo mal hacer uso de humor escatológico y hasta gastarle una broma marcándole algún defecto, es preferible eso a la adulación. nadie se arrepiente de ser valiente. nos comportamos como niños en su presencia y ellas actúan con soltura ante nosotros (llevan en su instinto todo lo relacionado con la atracción y el engaño).

   las mujeres son difíciles de entender, pero nadie puede negar que son los seres más atractivos del planeta.

   para conquistar a una mujer hay que conocerla y aprovechar sus debilidades, ella es el premio. hay que derrotar al miedo que es el gran enemigo que nos lleva al lado oscuro. un gran secreto es no tener miedo a decir o hacer cualquier cosa. lo mejor que se puede hacer con una chica es mostrar indiferencia, si se dan cuenta que estas interesado te liquidan. las mujeres desean tener a todos los hombres a sus pies, por tanto, no hay que demostrar mucho interés para chocar con su ego. a las mujeres no les gusta ser rechazadas. por otro lado, un hombre que se muestra desesperado lo único que logra es que la mujer se aleje.

   lo peor que puedes hacer es arrastrarte y perder la dignidad.

   muchas veces uno no sabe lo que una mujer quiere, ni ella misma lo sabe. para complicar más las cosas, ellas creen que quieren otra cosa diferente de lo realmente quieren. mi gran problema con las mujeres es que tengo baja autoestima porque tuve una educación muy rigurosa: los errores se me castigan con dureza y no tengo premios cuando acierto. con respecto a las chicas siempre tengo miedo a decepcionar y soy muy sensible a la belleza. en esencia la vida es sufrimiento.
   un gran error en muchos varones es adular todo el tiempo a una mujer diciéndole que es hermosa, eso las aburre. Si la tienes en un pedestal no la atraerás. una mujer te debe valorar, tiene que sentir que vos sos más de lo que ella puede pretender.
  
   las mujeres detestan a los débiles, entregados, arrastrados y dependientes.
  
   es fundamental ir de frente con seguridad, sinceridad y buen humor. sí rebotas, actúa como que no te importa. inténtalo nuevamente con onda, si tampoco te da cabida, olvídala y buscate otra.

   la mujer es como es. no como vos querés que sea.

   recuerdo una tarde cayendo las hojas que salgo con ingrid, nos pusimos de acuerdo, fuimos con mi motocicleta a los bosques de palermo. ingrid es alta, delgada y rubia. tiene bien puesto cada cosa en su lugar, unas gomas terribles y la cara ni te cuento. todo se encuentra amarillo como el oro con enceguecedora luz. yo estoy patuco. ella lleva sanguches de migas y papas fritas en una pequeña canasta, por mi lado me encargo de la bebida llevando una fanta en una pequeña conservadora con hielo. conversamos largos y distendidos a la sombra de un pino en un rincón apartados de la muchedumbre. charlamos riéndonos. me siento feliz de tenerla cerca, mientras dos gatos se pelean cerca de nosotros. ella mastica de manera lenta y delicada. yo, al contrario, mastico muy rápido. ordeno los billetes colocándolos todos con las caras delante y en orden. quiero prolongar la charla y digo carraspeando “kierkegaard escribió que la inocencia es ignorancia y que ese no saber es lo que provoca angustia, la posibilidad de elección”; ella contesta “esas son puras especulaciones”.

    deduzco que es un error intentar hablar de literatura con ingrid, ya que no le importa un pomo. es tan agradable tenerla tan cerca, no importa lo que dice... importa que está ahí, conmigo.
   uno no sabe lo que quiere una mina, ni la misma mina sabe lo que quiere. lo que intento decir es que no sos un boludo si piensas que una mujer gusta de vos y te equivocas, o viceversa.
   ante el abismo de silencio la apreto, acerco mi boca amagando un beso y ella me rechaza. después la interrogo ¿cómo te sentís?, me responde “no sé estoy confundida... necesito un tiempo” y se va tomar el buque. veo como un salame que se aleja su hermoso culo. pocas veces las cosas funcionan con alguien que te gusta. las mujeres llevan en su corazón deseos de venganza. el sol desaparece y me quedo sin beso.
  

nf


domingo, 1 de julio de 2018

El arquero de mi vida


EL ARQUERO DE MI VIDA

  Tito era un arquero de la media, esos que pueden pasar un partido sin penas ni glorias o una tarde cuando están inspirados te sacan hasta las ganas de haber nacido para nueve. Pero esto viéndolo desde la perspectiva humana, algo que con él no era compatible. Tito era un quita glorias. Tito, según comentarios que se daban en los rincones alejados donde se reúnen los muchachos que estiran la pasión a un tercer tiempo y se rinden al romanticismo de lo fantástico, pero donde también caben los escépticos; no era un arquero común, por su puesto tenía sus días es cierto, pero había algo más.
  A mí entender los muchachos no se animaron nunca a decirlo abiertamente, todos los que lo habían visto sospechaban en secreto o tal vez guardaban la certeza en las profundidades de su humanidad. Tito no era como los otros, no era como vos, Neri Pumpido o el pato Fillol, Gianluigi Buffón, ni siquiera el gran Amadeo Carrizo se le comparaba.
  Una tarde, en un partido de esos que nada ocurre, que el sol castiga y aplasta los ánimos, esos partidos donde hay más pelotazos largos sin destino, peleas y charlas que fútbol. Era un verano intenso, el ambiente carecía de aire en movimiento, la luz del sol sobre la cancha hacía que el calor fuese un ente casi palpable, provocaba cierta reflexión a la que algunos echaban la culpa de distorsionar el sentido de percepción visual.
  Después del reparto que vino luego de una elegida un tanto injusta me tocó jugar en su equipo. Era una tarde brillante para el arquero. Había sacado ya tres pelotazos dificilísimos. Un poderoso tiro de media distancia de Luis que se la ponía en un ángulo. Un cabezazo esquinado de Rubén en un córner; y otro tiro de media distancia de López que trepó como lateral derecho y definió arriba al medio del arco; él la toco, pegó en el palo y se fue al córner.
  Ya casi terminando el partido; como siempre más por cansancio y necesidad de retomar cada uno sus obligaciones que por un tiempo establecido por reglamento; ocurre el hecho que para algunos despejaría toda duda sobre su naturaleza ajena a este mundo.
  En un último impulso, con el partido ocho a siete para nosotros, ellos salieron jugando desde abajo y a esa altura sin problemas para cruzar el medio campo ya deshabitado; la línea de dos que nos quedaba en el fondo (el resto a esa altura se aventuraba en una ambiciosa delantera intentando hacer el gol que adorne el día con cierta pequeña gloria) con Claudio como central y Martín rotando entre el lateral derecho y colaborando hasta llegar a posición de seis cuando era necesario.
  A la altura de tres cuartos de cancha Edgardo llegó con pelota dominada y sin oposición hasta que Martín intentó una marca que no prosperó. Mientras esto ocurría Tito, fuera de circunstancia buscaba una pelota que había quedado cerca del córner. Antes de llegar a la línea de Claudio que lo esperaba parado, midiendo un tanto la pelota otro tanto el físico del delantero; Edgardo ve el arco vacío y decide darle un ‘tres dedos’ (mejor conocido en el barrio como puntazo) fue bien direccionado, entraba al ángulo contrario al de la esquina en la que estaba Tito. Ese fue el momento fantástico. Muchos agacharon la cabeza, otros como yo que me encontraba bajando una posición atrás de Edgardo, estuvimos atentos hasta último momento para asegurarnos del destino de la pelota. No sé cuántos centímetros faltaban para que se clave en la red hecha de bolsas de cebolla, herida por la naturaleza devastadora del tiempo. Cuando de repente entre ella y la línea, aparece él; como un relámpago, una luz o un viento repentino, la manotea y la manda al córner otra vez.
  Pero ¿Cómo?...
  Nadie hasta hoy día se atreve a ahondar en el caso. Sin embargo muchos de nosotros vimos como Tito sobrevolaba el aire candente, ondulante y feroz de la tarde, como nítidamente pudo verse sobre su espalda esa especie de alas angelicales que lo impulsaron unos cuarenta y cinco metros en apenas una partícula de tiempo. Fui testigo y no puedo ser parte de aquellos que agacharon la cabeza e hicieron como si nada hubiese ocurrido, no puedo refutar la gracia que me dio el destino de presenciar y percibir la intervención de un ángel en una actividad teóricamente banal. Por eso expreso que venga quien venga; en el potrero, en River o en la selección; y aunque algunas veces le hayan hecho los goles más tontos que se puedan imaginar, Tito es indefectiblemente el arquero de mi vida.
                                                                                                                                       Aníbal De Grecia



viernes, 1 de junio de 2018

el dueño de las moscas


el dueño de las moscas
 Casi todos los deseos del pobre están castigados con la cárcel. Ferdinand Céline

   carlos baez para escapar del sentimiento de aislación y amenaza del mundo, decide destruir. de tal manera, todo lo que para él constituye una amenaza lo destruye.
   en la población carcelaria de la unidad veintiocho de magdalena estaba alojado este personaje singular llamado carlos baez.
   de niño tenía un gran dominio con las armas blancas, como todo correntino. el entorno social torna violenta a una persona. desde muy joven se había adjudicado varias victorias en las riñas entre tacos y ginebras de los bares.
   lo que caracterizaba a este protagonista consistía en que tanto con su mano diestra como con la mano izquierda gozaba de gran habilidad usando la faca. por lo que disfrutaba de gran prestigio entre los que se encontraban enrejados.
   en las peleas que disputaba no recibía más que rasguños, era invencible en el mano a mano.
   cuentan que esta pericia ambidiestra la había adquirido de niño en la escuela primaria, ya que él escribía con la mano zurda y el maestro, como era costumbre en aquél tiempo, lo obligaba a escribir con la mano derecha. esto había provocado que adiestrara ambas manos en el uso de utensilios.
   el pulgar de nuestras manos (distanciados del resto de los dedos) es lo que nos diferencia de otros mamíferos, esta excepcional aptitud produce que el hombre pueda utilizar cómodamente herramientas. en el caso de una mutilación de un dedo en la mano hay una gran diferencia entre perder un dedo pulgar y el resto (ya que los demás dedos son indiferentes), esto lo saben muy bien los abogados especialistas en demandas laborales. desafío a quien lea este relato a que se atreva cepillarse los dientes o atarse los cordones sin usar el dedo pulgar, vera lo inconveniente que resulta.
   el director de la institución carcelaria de magdalena era incapaz de robar, incapaz de coimear, incapaz de manipular. era un incapaz.
   el nuevo director del penal estaba celoso del prestigio del campeón correntino, se encontraba muy afectado por una de las muertes que había causado. baez, hace dos meses, había ultimado con una certera puñalada en el cuello a sergio martinez, cuñado del ahora administrador penitenciario.
    para vengar la muerte del cuñado pensaba en un plan. a dos jóvenes había propuesto asesinar a carlos baez indefenso durante la noche. los dos recientemente habían ingresado y se prendieron con la idea como dos garrapatas, a cambio les prometía su protección “nadie se atrevería a tocarlos.”
    hay oportunidades que son únicas y que no hay que dejar pasar; también hay situaciones en las que nada se puede hacer y no se pueden cambiar. ellos aceptaban el complot porque se sabe muy bien lo que se realiza en una institución penal con los reclusos con cara bonita, se los llama mononos entre los tumberos. pensaban que si cumplían con su parte serían intocables.

   el diablo siempre se ríe con grandes carcajadas de nuestras aspiraciones.

   llegaba la noche acordada y los dos tiernos, en connivencia con los guardiacárceles, envueltos con humo dulce entraron en la tumba de baez y lo asaltaron con más de veinte puntazos.
   a la mañana siguiente todos los presidiarios se encontraban delante de sus tumbas esperando el recuento para ingresar al patio.
   los internos se preguntaban qué sucedía con el correntino que no salía de su dormidera. Los dos homicidas se encontraban como niños temerosos en una fuerte tormenta.
   de repente todos observaban, como en una película, que de la celda de baez alguien salía corriendo con una sábana ensangrentada atada al cuerpo. ante los ojos estupefactos de los espectadores degüella a los dos muchachos.
   estos habían sido sus dos últimos vencidos, ya que después caería abatido junto a sus victimarios.

nf


martes, 1 de mayo de 2018

El mundo es mi enemigo


El mundo es mi enemigo

Ten más miedo del tiempo que de mis ojos. Ezra Pound
   
   Cuando sanamos de alguna herida la vida nos repite la misma experiencia disfrazada hasta que logramos trascenderlo. Los humanos tenemos la tendencia a repetir. A veces hay que esperar mucho tiempo para que sane una herida.
   En la ausencia nacen los poetas y el apego es una debilidad. Cuando era muy niño pensaba que el mundo era bueno, es como que me dijera "Que se confíe."
   La mayoría de la gente desea dos decentes comidas diarias y un poco de sexo. Schopenahuer tenía las cosas bien claras, sabía que a muchos se les niegan esos dos deseos básicos.
   Cuando alguien ha nacido pobre hay cosas que nunca olvida.
   No tengo grandes pretensiones, además de una chica que me quiera, lo que quiero es una casa, un poco de comida, pocos amigos, un poco de dinero para comprar cigarrillos y libros, y no tener dolores de muelas ni largas enfermedades.
    Ella es tangible y es la misma mujer. El amor es algo que hay que desconfiar ¡Porqué te deseo?, ese deseo es mi demonio. A veces nos sentimos tan atraídos por una mujer que es muy difícil reprimir eso. Todavía sueño con la belleza...
   Después de un par de años de espera la veo. Lleva una remera roja, que simboliza peligro y sangre. Tiene las mas lindas piernas que he visto. Es tan difícil estar cerca de ella y lo único que pido es un poco de amor. Ella es muy real y en las cosas verdaderamente importantes estamos solos. Estoy acodado en el portón de mi casa y a media cuadra viene caminando Karina. El amor sufre todo y soporta todo. Es verano y hace mucho calor en Misiones. Me dije, "esta es la oportunidad que tanto he esperado". Me arrimo a la calle y con cara de póker le digo:
    -Hola..., puedo robarte un poco de tu tiempo.
   Nuestros ojos se encuentran.
    -Sí, dale -mientras acaricia sus rulos.
    -Quiero invitarte el domingo a tomar tereré en mi casa -agrego-, me gustaría conversar con vos y conocerte un poco.
    -Dale ¿A qué hora?
    -Por la tarde, te pido solamente si podes traer un poco de yerba porque no tengo.
    -Bueno..., está bien yo traigo la yerba -sus pupilas se dilatan.
    -Jugo tengo.
   El pedido que traiga yerba fue para probarla. Ella es la única chica que deseo y mi deseo es intratable. Las demás solo fueron sexo y diversión. Nos despedimos con dos besos, uno en cada mejilla. Los varones creemos que nosotros ponemos una trampa y ellas caen, cuando en realidad ellas ven la trampa y se tiran encima. Ellas, ya sean minutos o años, ya tienen una decisión tomada. Mientras Karina se retira, yo la espío desde una ventana y sonrío sonoramente. Ella se da vuelta y me doy cuenta que también sonríe.
   Vale mucho que te elijan, pero todo tiene su tiempo.
   Aquello sucede un viernes. Su sonrisa me sigue en todas partes. Esa noche me hallaba como un niño con un juguete nuevo. ¡Al fin mi deseo se va a concretar!

   El domingo, cerca del mediodía, tengo un espantoso dolor ignoto a la altura del abdomen. No quiero al mundo y el mundo no me quiere a mí. Es bueno creer en Dios, pero no es necesario creer en una religión. Normalmente los domingos siento nauseas producto de la borrachera del sábado. Pero ese fin de semana no había salido, esperaba mi gran encuentro con la chica de mis sueños. No vale la pena esperar la felicidad, otra vez el mundo se burla de mí y ningún hombre merece ser feliz.
   Mi mamá me administra calmantes para el hígado, pero el dolor no cesa. Mi madre resuelve entonces consultar al médico jubilado de la esquina, ella siempre me protege y cuida y nunca me ha fallado. El doctor García me aprecia mucho, porque soy amigo de su hijo.
   A la media hora acude el médico clínico, me pregunta:
    -¿Qué te anda pasando?
    -Me duele mucho en esta parte.
    -A ver..., creo que sé que te anda pasando -agrega el doctor-, te voy apretar acá y decime si te duele.
   Hurga en mi abdomen y cuando me presiona un dedo doy un gran alarido. Presiona más fuerte y grito aún más. Soy un imán para el sufrimiento. Llama a mi madre y le expresa delante mío: "Su hijo tiene apendicitis, es muy grave hay que llevarlo urgente a que se lo extirpen."
   Mi padre había ido a pescar con mis dos hermanos. Cuando llega a la siesta, mi madre le transmite las malas noticias. Con gran dolor asciendo al fiat 128 rumbo al hospital.
   Maldita suerte la mía.
   Arribamos al hospital interzonal. Mi padre le pronuncia al médico de guardia que es una urgencia y le muestra un papel escrito con el diagnóstico del vecino médico. Me hacen pasar a un consultorio externo, en esos quince minutos de espera yo me revuelco del dolor, no puedo más. Acude un médico que me presiona nuevamente en la zona abdominal derecha y  bramo nuevamente de dolor. El doctor enuncia: "Sí hay que operar urgente, ya voy a ordenar que preparen el quirófano."
   Lo peor de una operación es que después puede venir algo peor. El mundo conoce nuestras debilidades. Ingreso solo al quirófano, me piden que me desnude. Pánfilo me quedo en calzoncillos. Una enfermera me dice, "desnúdate por completo, no tengas vergüenza que nosotros estamos acostumbrados a ver gente desnuda". Acto seguido viene el anestesista con una gran jeringa y me previene que me va a doler porque se necesita que la anestesia sea completa y general. Siento en una vértebra de mi espalda un gran dolor por la aguja que ingresa a mi cuerpo, luego siento mucho frio. Lo último que recuerdo, antes de la operación, es que médicos y enfermeros conversaban. Intento contestar hasta que me duermo.
   Cuando me sacaron del quirófano (esto lo sé porque me relato mi madre). Temblaba de frío y me colocaron una manta (en verano). También me contaron después que por muy poco mi cuadro no se agravó y no se transformó en peritonitis, ya que cuando el apéndice reventó (segundos antes) por prevención lo habían encapsulado en una bolsita antes de desprenderlo. Si el apendicitis se hubiera transformado en peritonitis no hubiera escrito este relato, aunque escribir no compensa nada. Es un domingo lento.
   El lunes por la mañana me encuentro en una gran sala general y los dolores disminuyeron. Un olor pestilente recorre el hospital y siento tirones en los puntos cocidos de la operación. Las camas son grises y las paredes blancas. No se escucha ni una risa en la sala. Alguien enciende una radio portátil y suena Nada Personal de Soda.
   ¡Quiero estar con mi gato! El calor duerme a la gente. Mientras tanto maldigo mi destino de no poder reunirme con mi sueño.
   En la sala se escucha la voz de un anciano que dice:
    -Mamita, ¿dónde estás? Mamita, ¡quiero hablar con vos!
    Duermo con un sueño y despierto con la realidad. Cuando cierro los ojos puedo ver a Karina sonriendo con su oscura cabellera, siempre la veo sonriendo. Te veo. Al verla toda la mierda desaparece.
   Se me acerca una mujer médica y me interroga.
    -¿Tienes flatulencias?
    -Creo que sí -no entiendo la pregunta.
   Al rato se me acerca un médico varón y joven. También me interroga.
    -Che ¿Te tiras pedos?
    -¡Ah! Sí..., muchos.

nf

Primera nota: Tiempo después mi vecina me relato que ese domingo una chica (al ver mi casa vacía) le pregunta a ella por mí. La vecina le contesta que me habían llevado al hospital.
Segunda nota: Con el tiempo supe que a los pocos días Karina se había mudado de casa.

domingo, 1 de abril de 2018

Un libro descansa


Un libro descansa

"Para ser sinceros: los seres humanos son los diablos de la tierra y los animales las almas atormentadas." Arthur Schopenhauer



   Sé que no soy del todo sano y enciendo un cigarrillo tras otro. La tristeza siempre regresa y muchas veces Chopin me acompaña con su piano polaco. Por la noche estando solo la mayor parte del tiempo planeo, pienso, y medito de que manera conquistar a una mujer. Cuando las cosas fallan hay que hacer las cosas de manera diferente, cambiar el rumbo no el objetivo. No puedo pernoctar pensando en lo que no tengo, al menos sé lo que me falta. Me despierto y el sol se burla de mí. Muy dentro de cada uno todos nos sentimos solos. La única persona que siempre me ha ayudado fue mi madre, y ya no está. Es una lucha constante no sentirse solo. No tengo miedo a la muerte, tengo miedo a la vida. No puedo con la soledad y harto de esperar  la muerte apeo hacia el sur con los bolsillos vacíos.
  
   Intento esquivar el sufrimiento, aunque así y todo no soy feliz.
  
   Estoy peor que una garrapata en un perro de peluche. Un perro ladra a dos guachos que pasan con gomeras. Golpeo la puerta de entrada de la casa de Eduardo, corre el vistillo, veo un ojo que contesta "Espera que me pongo un calzoncillo y te atiendo". Abre y lo sigo mientras se rasca el culo. Todo es oscuro, las persianas están echadas, excepto por donde el sol se cuela en los trozos rotos de las persianas. Nos salen al cruce dos cuscos que el dueño acaricia diciéndoles, "bueno, bueno ya está".
   Una vez al año se rasura totalmente el rostro, así afeitado parece una persona. Su estómago es como una sandía y tiene pelos muy largos en los agujeros de la nariz. Al lado de Eduardo siempre está la mugre. La casa huele a humo de tabaco y excrementos de perros que se encuentran esparcidos en todos los rincones. Cuando se amontonan Eduardo los levanta con una pala o con una mano envuelta en papel higiénico y los arroja al retrete indicando, "tendría que ponerles pañales a estos perros". Circula un aire muy parecido al de un tacho de basura destapado. Cachafaz duerme siempre con los tres perros y las pulgas, si quieres a los perros también quieres a sus pulgas. Al baño le decimos Valdez, porque la mochila del inodoro no funciona y cada vez que se usa hay que arrojarle un balde con agua.
   Las ratas se sienten incómodas por compartir la casa con Eduardo. Chupa un mate con yerba vieja y dice:

   -Vení te voy a enseñar algo -enciende un cigarrillo.

   -¡Ah! Mira cómo están los tomates.

   -Y también puse semillas de morrones. -Ves acá están creciendo.

  El patio de la casa está cubierto casi totalmente con cerámico, un solo cantero rectangular existe en el fondo.

   -Acá estoy haciendo una huerta ecológica -mientras sale humo de su nariz agrega-, la yerba usada la deposito en el cantero y toma un color negro.

   -Sí. Si veo -tomo un cigarrillo ofrecido de su mano.

   -La yerba se transforma en humus y es una tierra muy buena -dice Eduardo rascándose la cabeza-. Por eso es una huerta ecológica porque se aprovecha todo.

   -Claro el poco espacio lo haces productivo.

   -Y no solo eso, si no también que las semillas no las compro -tira una colilla en el suelo-, las semillas son del residuo de las verduras que consumo.


Luego ingresamos a la cocina y me propone beber vino.

   -¿No es muy temprano para arrancar?- pregunto tocándome la nariz.

   Eduardo me dirige una mirada inquieta y desafiante.

   -Yo no tengo horarios para tomar -responde.

  Nadie logro que dejara de beber. Nos sentamos en taburetes enfrentados en la pequeña barra que se encuentra entre la cocina y el comedor. Moscas gordas revolotean en círculos sobre la cocina. Destapa otra botella de vino tinto con manos temblorosas y sirve en dos vasos sucios. Con su aliento oliendo a cenicero me interpela.

   -¿Cómo llevas lo de Karina?

   -Karina solamente se fue físicamente... de mí balero no se fue.

  Cada vez que alguien me pregunta por Karina me pongo triste. Sí he cometido errores ¿Vos nunca te equivocaste? Sí nos equivocamos. Pero, ¿porqué se pagan tan caro los errores? El amor es el engaño de una ilusión. Yo no la deje a ella, ella me dejo a mí. Todos los malditos días pienso en Karina. Como actúas después de una decepción te hace ver cómo eres.

  Enciende otro cigarrillo sentenciando:

   -Que pucho el parisien, no hay mejor cigarro que el tabaco negro -mientras arroja la colilla a un costado del piso sucio.

   -Un amigo mío de la secundaria decía que no hay nada mejor, cuando uno está con una mina, que un vaso de whisky antes y un pucho después.

  Eduardo levanta el vaso sobre los ojos y hace un fondo blanco y nuevamente arroja vino en su copa. Sus ojos se tornan vidriosos y su nariz es como un tomate. Eduardo es una planta que crece sin un plan. A través de los parlantes se escucha Edmundo Rivero.
  Agarro el paquete de parisienes de la barra y enciendo uno.

   -¡Un hombre no puede ser amigo de una mujer! -con una mano Eduardo empuña el vaso y entre los dedos de la otra sostiene el cigarrillo.

   -Solamente se puede ser amigo de una mujer si es fea -apoyo mis manos en mis muslos.

   -Dale toma el tinto - alarga nuevamente su mano a la botella con sangre de uva.

   -De una mina linda es muy difícil ser amigo -digo sorbiendo un pequeño trago.

   -¡Un hombre no puede ser amigo de una mujer! ¡El sexo se interpone!

   -Un varón no puede tener como amiga una mujer que le atrae - y agrego-, no hay que exagerar una amistad con una mina que te gusta.

   -Únicamente se puede ser amigo de una mina antes o después de tener sexo -llena su copa de nuevo y enciende otro paruca -. ¡Un hombre no puede ser amigo de una mujer!

   Los labios de mi compañero se tornan azulados y su cuerpo tambalea. Comienzo a sentirme incómodo.

   -¡Un hombre no puede ser amigo de una mujer ! (...) He visto lindas minas que terminaron con cada negro (?) La única mujer revolucionaria de este país fue Eva Perón.

   La paranoia nos protege de este mundo.

   -Me tengo que ir -pregunto tocándome el lóbulo de una oreja-. ¿Me puedo llevar El miedo de la libertad de Erich Fromm?

   -Sí agárralo y después tráemelo -responde Eduardo sujetándose en la barra.

   No hay que quedarse mucho en una casa ajena, porque allí habitan los fantasmas de los que viven. Deja de llover y el cielo sigue nublado. Sórdido tomo el libro del estante junto con otro, omitiendo a mi amigo el nombre y el autor del otro libro, con intención de no devolverlo.

nf
  
Nadie da nada de balde, sabelo
    (La H)